sábado, 17 de abril de 2010

En un café



Han pasado tres semanas desde nuestro primer inside (fenómeno de la primera impresión) y aun siento su pregnante olor: vainilla; que me hace estremecer el cuerpo, cada vez que me acuerdo de ella. No obstante, mis deseos de volver a verla, me han hecho pedir desesperadamente a Reiner, que recurra a todas las armas posibles para obtener su Messenger y si es posible su móvil, debido a que, yo trataría de abordarla de la mejor manera, con su ayuda.

Fue así, como empecé a hablar o mejor dicho a chatear con Malena, preparando el terreno, hasta el momento que me armara de valor para invitarla a salir. Ella de alguna forma siempre me pareció atractiva, alegre, extrovertida, con aires de misterio; fue por este medio que actualizábamos nuestras vidas, y cada ves que chateaba con ella no hacia mas que confirmar mis antiguas impresiones.

Según el Gestalt, la ley de la proximidad: tiende agrupar de un conjunto a los dos elementos más próximos; si nosotros no lo éramos, propiciaría todos los elementos para que una cita lo fuera. En una de nuestras tantas conversaciones, pasamos más de dos horas discutiendo de las mejores bandas que trascendieron en la historia: Queen; The Cure; Nirvana; Radiohead; Oasis; Pearl Jam, The Smiths: de los cuales ambos éramos fanáticos, sin saberlo. Me contó que el jueves, había una exposición de artes plásticas, o algo así, que le llamaba mucho la atención; aproveché aquel desliz para pedirle su numero telefónico, si me animaba a ir. Lo que realmente planeaba era tener el valor suficiente para convencerla de ir conmigo, pero no lo tuve.

Durante los siguientes días, practiqué frente al espejo con poses absurdas, modulando en varios tonos mi voz, para tratar de sonar: más interesante, relajado, modesto o incluso desinteresado de su compañía, mientras marcaba los números de su celular, las manos me temblaban, sudaban y mi voz se apagaba de a pocos, mientras sonaba el “tuuuuu… tuuuu” aprovechaba en colgar, aun no estaba preparado.

Cierta mañana nos encontramos por la calle, caminamos juntos un par de cuadras, conversando de temas tan trascendentales como de los más tontos también; gracias a ese reencuentro, en mi casa me armé de valor para invitarla a salir. Confieso que me daba vergüenza y miedo que me dijera que no podía, chantándome una excusa inverosímil. Así que, para blindar mi orgullo y evitar una embarazosa choteada, recurrí a ese método tecnológico que nos ha solucionado la vida a los hombres “tímidos”: el mensaje de texto por celular. No hay pierde con esta modalidad, porque te haces el invisible. Si una chica rechaza una invitación tuya, por lo menos no estarás allí presente, cara a cara, para disimular tu frustración, risitas, muecas nerviosas, para evitar maldecir al mundo y querer que te trague en ese momento. Si ella te responde negativamente por celular, pues le envías un mensaje que diga algo como: “ok, flaquita, fácil para la próxima semana, hablamos un beso” y listo: quedas, muy cool, el muy fresco, como si no te importara el tremendo desaire, y te ahorras la exposición de tu cara de choteado imbécil.

Sin darle tanta vuelta al asunto le mandé un mensaje de texto, diciéndole directamente para ir al cine juntos, no sé hasta el día de hoy, si por dársela de bacancita, por precaución, o porque efectivamente tenia el celular apagado- no me contestó hasta el día siguiente, dejándome cada cinco minutos, sudando, analizando en silencio las mil posibilidades que uno se plantea en esas circunstancias.

Primero pensé: “Quizá no sabe como decirme que NO…y va salir con la clásica: no me llego tu mensaje”. Luego descarté ese pensamiento suspicaz y cavilé: “No, tal ves no tiene saldo…pero bien podría pedirle el celular a una amiga y contestar…aunque sea por educación, ¿no?
Más tarde, cerca de la madrugada, convencido y hastiado me dije: “Seguramente está saliendo con alguien más, pero que raro, me lo hubiera dicho”.

Al final, desvelado, dando mil vueltas en mi cama, con ojeras y harto de especular, me dormí maldiciendo:
“Ya fue, también si quiere. No voy a insistir. Total no será la primera, ni la ultima”. La crueldad duró hasta las nueve de la mañana del día siguiente, hora en que mi celular vibró, anunciando que la respuesta de Malena acaba de aterrizar en mi buzón de mensajes: “ya pues, quedamos después de clases tú me llamas para quedar, chau”.

Lo termine de leer, lo leí de nuevo y sonreí, victorioso. Como lo hombres necesitamos fortalecer todo el tiempo nuestro ego masculino, llamé a Reiner para contarle lo sucedido. Contra mis pronósticos amicales, el desalmado de Reiner me pinchó el globo de la ilusión: ¿Vas a salir por primera vez con ella y la vas a llevar al cine? ¿O sea, van pasar dos horas sin conversar? Uno va al cine a la tercera o cuarta salida; llévala a comer o tomar algo. Pero qué sabe de Reiner de citas pensé, el igual que yo no tiene novia. El cine, uno puede usar de excusa para espiarla por dos horas, estudiar sus risas, analizar sus manos y gestos.

La llamé y me contesto efusivamente alegre y podría decirse hasta algo nerviosa. Quedamos en encontrarnos en un conocido café, cerca de su universidad. Ni bien salí de clases, tomé un taxi, hasta el lugar indicado, ella estaba bella e inalcanzable sentada en una mesa, sosteniendo un cigarrillo en una mano, y en otra su frappé de vainilla. Sobre su mesa se encontraba un libro llamaba: “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”.


Me senté al frente de ella, y pedí lo mismo que estaba tomando, conversamos de libros que habíamos leído, de Derecho, periodismo, publicidad, y una que otra cosa sin importancia en ese momento. Salir con ella fue mas fácil de lo que había planeado, nos divertimos, se nos pasó las horas, hablando en un café, el cine quedó en segundo plano, mientras los cigarrillos se habían acabado.

Caminamos por el malecón de Magdalena, mientras el sol caía y nuestras miradas crecían iluminadas por la oscuridad. Le dije “Malenita que linda está la mar”, nos reímos. No dejaba de ver su piel color durazno que se escondía en su prominente escote. Ella eligió un columpio mientras yo parodiaba al camarero que nos atendió y me burlaba de su cómica voz.

De pronto se acercaron dos malhechores con las manos atrás. Me pidieron la hora, yo muerto de nervios le dije: “brother no tengo”, y el otro que estaba más atrás se acercó a ver qué pasaba y dijo “ya pee causa chorréate con algo”, en ese instante, por su voz, por sus fachas y su diente con marco de oro lo reconocí, era el mejor amigo de Magic B (el enamoradito de Queen). Lo reconocí en el acto y como quién no quiere la cosa le pregunté por él. Muy arrochado el galifardo me dijo “por qué no avisaste que estabas apadrinado” y se fue a joder a la siguiente parejita.

Quedé como un héroe ante Malena, que gracias a ese accidente me miró asustada y me dijo “de dónde conoces a esa clase de gente”. Yo le respondí “siempre es bueno conocer los disquechoros de la zona, Malena”, aunque por dentro pensaba que sino fuera por el enamoradito de Queen nos habrían robado hasta mi llaverito de cuero de Chevrolet.

Más tranquilos, le llevé a mi heladería favorita, el Special, y me atreví a decirle la estúpida frase de macho alfa, “mientras estés conmigo estarás con Dios”. Me miró como diciendo pobre imbécil y lo disimuló regalándome una sonrisa nocturna.

La acompañé hasta su casa, me dio un beso en la mejilla, antes de irse le extendí un papel a su mano. Que decía: “¿Te veré de nuevo?” (que la había visto en Click y decidí hacer lo mismo), me respondió con una sonrisa y me dijo: “sabes dónde encontrarme”, quizás ese día comenzó nuestras historia juntos, aunque aun no lo sabíamos.
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Fotografía por d1andonlykar
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Esta historia en una canción.





Por último, quiero compartir con mis lectores (amigos), mis enemigos y mis seguidores la foto que nos tomamos cuando visitamos a Renato en la Feria del Libro PUCP, salió publicada en el periódico. La próxima semana sale el video con Renato, no se lo pierdan ¿Salimos guapos?


11 comentarios:

  1. Bien ahí con la foto en el periódico. Desgraciadamente yo sólo salía en esos medios en mi faceta de anfitrión.

    Está bueno este post, lo leí todo eh. Ni los de Reiner, salvo uno que otro. Me gustó la historia y la insersión intelectual sobre la ley de la proximidad. Aunque para ser título del post, tal vez al final hubieses condimentado mejor la historia haciendo alguna mención de retroalimentación a esa ley o algo por el estilo.

    Y por otro lado. La palabra es vos, no voz, que pasó Tenicela, cambialo al toque que ese error da palta eh.

    Saludos no tan cordiales

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  2. Me sabe a Carrie en Sex and the city...obiviamente tu como su version masculina....besos a Jhon Gray y saca tus frases cliche de pelicula...se tu mismo eres divertido que yo sepa ....jajaj pobre reiner en este post le cayo palo ...yo que tu me desquito nene en el proximo post...besitooo

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  3. realmente sensacional me atrapo de principio a fin.

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  4. un post relamente genial, me gusto la parte en la que la "protegues de los choros" jajajaja muy buena me rei a morir.

    Sebas.

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  5. Sin duda este post me trapo de principio a fin, las primeras citas suelen ser complicadas, y hay que armarse de valor, un cafe puede ser la mejor escusa d euna larga platica, donde congeniaras con ella y saldras del paso, y veras si la inversion vale la pena o salir ocn alguien mas.

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  6. es la primra ves que los leo y sin embargo desde ahoar lo hare siempre realmnet genial esta historia.

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  7. Me encanto mi teni!! tenme al pendiente eh!...soy hinxa de tu blog!...((ahora kiero ser mariana malena)) jajaja...cuidate besiitos! teniiiii♥

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  8. ahora se lo que sintio mi Franco, cunado salio conmigo, gracias atus post, ya se como actuar con los chicos y porqu eno hacerlos sufrir un poquitoooo

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  9. Mis Queridas Respuestas:

    Ante todo quiero pedir disculpas por la demora de esta misma.

    Ticuy Ricuy: De verdad fue increible pasar un momento con mi idolo Rentao Cisneros, que despues de una breve conversacion y un par de "flashes" se convirtido en algo mas, ahora lo considero un amigo.

    Tenias Razon, cambie el titulo por tu sugerencia.

    Semilla Negra: No le di con palo a Reiner, simplemente, necesitaba su apoyo, y un reproche de don Juan en ese momento.

    Raquel: Esto no es el fin, es solo el comienzo, un beso.

    Sebas: Tiempo despues , tambien me rei, pero en eso momento , no fue tan gracioso como recordarlo.

    Andres: Un cafe, puede ser el inicio una histoira, la compañia de Malena sus risas, sus conversaciones, y sus opiniones con respecto a la politica me hicieron escribir este post y compartirlo con todos ustedes.

    Anonimo: Genial, es contar con gente como tu, lastima que no sepa tu nombre.

    Marianita: Puedes ser quien quieras, pero para siempre seras mi amiga, la dulce Marianita, ala que por cierto le debo un cafe.

    Leslie: Siempre es bueno hacernos sufrir, y nosotros soportar eso, hace que todo el flirteo inicial valga la pena.

    Gracias a todos (en especial) los que comentaron.

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  10. jAjAjAjAjAjAjA...El GrAn CoNkIsTaDoR!!! AyYy ReI! nO pArO dE rEiRmE...OyE pErO pOn FoToS dE lAs ChOtEaDaS =) jAjajAjAjAjAjA...SúPeR tU pOsT...!!!

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Aunque sea una carita feliz... )=D