Los fantasmas y demonios del pasado revolotearon mi cabeza. Ella lo había hecho de nuevo, se había ido de farra el viernes por la noche, llegó ebria a su casa, por lo cual, no pude verla al día siguiente, pues estaba castigada. Me contó todo por Messenger, dos de los tres tipos que la acompañaban intentaron besarla. Uno fue más agresivo, el otro le dedicó una canción con el mismo fin. Cuando le pregunté desesperado si había besado a alguno de ellos, me respondió que no. No le creí, pues, en el pasado ella ya había besado cuatro chicos en una noche, estaba furioso, y quizás por Messenger me excedí un poco, probablemente se sintió ofendida. Después de mandarme a la mierda se desconectó. Intente llamarla muchas veces esa misma noche, no contestaba, me castigaba con su indiferencia. No sé si lo merecía o quizás ella siempre fue así.
Salí enardecido pero culpable, siendo culpable me sentía inocente, traté de odiarla pero la quería, la había perdido y quería recuperarla, no obstante, esa noche no. Pensé bien, la venganza era mía. Entonces, pensé en lo único que un hombre despechado, inseguro e inmaduro haría: buscar a una chica para desquitarse. Lo pensé, pero no lo hice. En su lugar llamé a Mario, uno de mis mejores amigos, hacía un buen tiempo no lo veía, necesitaba sus consejos. Lo último que sabía de él era que salía con una chica mayor. Él, tanto como Piero, con las chicas son como Maradona con la pelota, saben cómo y cuándo hacer lo que deben hacer.
El plan era simple, llamaría a Mario, tomaríamos un par de cervezas en su casa, le contaría lo sucedido me daría un par de consejos como: “Oye, no te sientas mal, una chica que ha sido fácil, siempre lo será, tú sabes a qué vas, diviértete con ella, como ella lo hace contigo, y tranqui, que chicas sobran”. Sin refutarle nada, seguiríamos tomando, haría un par de llamadas y buscaríamos un par de chicas fáciles, las llevaríamos a algún antro de Barranco, nos emborracharíamos juntos. Según la suerte, las ganas y alcohol, nos acostaríamos con ellas.
Al salir de casa, una leve garúa se apoderó del cielo, aun no sabía lo que esa noche me deparaba. Caminé presuroso, caminé entristecido, caminé con un corazón destrozado y con un cigarrillo a medio consumir. Al paso de las cuadras, me pareció ver a alguien a lo lejos, como si nos conociéramos de una vida pasada ¿podría ser ella? ¿era posible? La vi a lo lejos, entró a un conocido fast food. Entré siete minutos después, la vi, y me vio, me hice el distraído, mirando los paneles, miraba superficialmente como si mi estresada vida dependiera del combo uno o dos: una gaseosa o las papas. Se acercó, me tocó el hombro y me dijo: “¿Teni?” - odio que me digan así, sin embargo, no había dudas, era ella: Clarisa Lombardi.
Cierro los ojos y la miro, el tiempo no ha pasado por ella. Aun conserva esa mirada tierna, esos ojos almendrados, sonrisa fácil, cabello castaño oscuro: color café, mejillas prominentes, cejas ralas y labios carnosos, muy parecida a Katie Holmes, cuando interpretaba el papel de Joey, en “Dawson Creek”, una seria noventera que nos gustaba mucho. La recuerdo todavía con su uniforme perfectamente ordenado; largas cuadras hasta la puerta de su casa, más media hora de conversaciones con dos cachitos de majar blanco que yo siempre compraba. La mitad del tiempo, hablada de lo hermosa que era, la otra mitad ella hablada de André (que más adelante fue novio de Blue y posteriormente de Ximena, dos chicas a las que amé).
Clarisa y yo éramos mejores amigos, casi inseparables, allá por la lejana secundaria, cuando yo cursaba el tercer año de secundaria y ella el segundo. Todos los recreos nos juntábamos en el patio del colegio: André, Ximena, Clarisa y yo. Entre los cuatro habíamos conformado un grupo de amigos que se reunía casi siempre más por insistencia mía que por las ganas de André, pues, todo esto era un enredo sentimental Clarisa y Ximena suspiraban por André, mientras yo me desvivía por Clarisa, aunque nunca se lo dije, ni lo mencioné, siempre cumplí ese rol de mejor amigo y nada más. Era una especie de premio consuelo, que a muchos chicos como yo nos conformaba.
Una tarde de julio, Clarisa me confesó que André le había escrito una carta, donde plasmaba sus emociones, que él estaba confundido, que no la quería lastimar, quería seguir siendo amigos, sin embargo, la había besado un par de veces, a escondidas, los viernes después de banda, cuando ella iba a recoger a algunas amigas y se iban juntos bajo la sombra protectora de la noche. Cuando ella quiso formalizar su relación y contarle a los cuatro vientos que era novia del André, este lo negó todo, pues, él estaba de novio con Verónica una chica de nuestra promoción que vino de Japón.
Después de la primera decepción sentimental causada por André, Clarisa mantuvo una relación sentimental con Bruno, un tipo de aspecto bravucón y malicioso, de rostro muy parecido a un triceratops, hasta el día de hoy no entiendo que hizo una chica como ella con un tipo como él. Las cosas tampoco le fueron del todo bien, Bruno la engañaba con una chica del salón del costado, de mi aula, nunca le dije nada, Clarisa nunca me hubiera creído, y seguramente todo hubiera terminado en una paliza de Bruno y su banda se secuaces aliancistas.
Por problemas económicos, Clarisa dejo la escuela en cuarto. Esporádicamente la volví a ver un par de meses después, estaba en un colegio estatal, lo cual la hacía muy infeliz. Para consolarla la acompañé hasta su casa y, como siempre, compré un par de cachitos de manjar.
El tiempo había pasado ya habíamos acabado ambos el colegio, y casi sin querer dejamos de frecuentarnos, llamarnos, visitarnos, hablarnos y de vez en cuando saludarnos. Habíamos crecido, conocido personas diferentes, y todo lo que escuchaba de ella me decepcionaba, no podía creerlo, ahora estaba frente a mí, dándome un fuerte abrazo, había creado este momento, para verla o porque aquella noche me sentía solo y que mejor que ver a una vieja amiga.
-¡Teni ¡¿Cómo has estado?
-Bien -nervioso dije.
-Que coincidencia que nos encontráramos ¿no?
-Bueno, que quieres que te diga, “Lima es un pañuelo”.
-JAJAJA sí pues ¿y adonde ibas?
-No tenía planes –mentí, aparte si Mario llamaba, entendería.
-Y te provoca si comemos juntos -me miró.
-Sí, por mí está bien.
-Te había visto desde que llegaste, pero no estaba segura si eras tú. Cómo has cambiado Teni.
-En cambio tú, estás igual de linda como siempre.
-No por favor, engordé un par de kilos.
-No, nada que ver.
Nos sentamos en la misma mesa, mientras la miraba devorar su hamburguesa, me excusé para dirigirme al baño, no podía creerlo, seguía igual de hermosa ¿tendría novio?- pensaba, ¿qué te pasa? tu novia te engaña y tú piensas cambiarla por una vieja amiga, me decía esa vocecita interior. Me mojé la cara, volví a sentarme al costado. Mientras miraba de reojo su escote, Clarisa había dejado de ser una niña, se había convertido en toda una mujer.
Sentados, en la mesa, me ponía al tanto de su vida. Me contó que había estudiado Hotelería y Turismo en un instituto que no tenía tanto prestigio, no obstante, es lo que sus padres podían pagar, ahora trabaja en una agencia de viajes y en cuanto al dinero no se podía quejar, ganaba lo suficiente para sus gastos y le daba parte de su dinero a su mamá. Había terminado su relación con un conocido “grafitero”, pues, este era muy posesivo. Y ahora estaba sola, independiente y disfrutando de su soltería. Aunque no se le escuchaba tan convencida de esto último.
Por mi parte le conté que estudio comunicaciones, que siempre fue lo mío, que en mis tiempos libres escribo en un blog, que tiene una relativa fama mediática, que un par de lectores me había reconocido en la calle, y quizás un día escriba sobre este encuentro, alardeé.
Fue una conversación amena compartiendo recuerdos, risas, anécdotas, hablando de profesores, del colegio, de alumnos, compañeros, de las que habían quedado embarazadas, de los que eran papás, quienes estaban en la universidad y quien aun no hacía nada por la vida.
Sabias que André, estando con Ximena, me invitó a salir el descarado, cuando vi, que Ximena me había contado días atrás que era su novia, quizás a él le daba algo de pavor o vergüenza, sabes, creo que nunca valió la pena. “Pero tú como lo tomaste”-me preguntó. Aunque no lo creas, me dio mucha ira por lo que André le hizo a una vieja amiga, segundo por Ximena, a pesar de todo espero que no le rompa el corazón, parece ser que al final de todo ellos terminaron juntos ¿no? “No, Teni, tenemos 21, este no es el final”, dijo.
Más en confianza, le propuse ir por un vino o un café. Ella optó por lo primero, sin embargo, tendríamos que pasar por su casa primero, caminamos por nuestras calles, aunque ya no parecían ser las mismas, y no nosotros, ya no somos los de entonces, ella ya no usaba su uniforme de colegio, ahora posee un sexy uniforme de trabajo. Ya no era aquel chico inocente que solía ser pues aquella noche intenté ser otro.
Clarisa, me propuso ir por unas latas, que tomaríamos en su casa, pondría un poco de música y celebraríamos ese encuentro espontáneo que se había dado. Una vez en su casa, mientras escuchábamos música, sonó su celular, contestó y se alejó considerablemente de mí, se notaba algo tensa, triste y molesta. Luego de varios minutos, me contó que se trataba de Brian, el nuevo chico con el que salía, era tierno, cariñoso, sensible, sencillo, educado y buen bailarín. Lo había conocido en el trabajo y su primer beso fue en un salsódromo, el problema es que tenía un hijo, y aquella noche, se iban a encontrar en Fast food, él nunca vino.
-¿Porqué siempre me fijo en los chicos equivocados? -dijo.
-Quizás, porque nunca le diste chance a los chicos buenos ¿no?
-Quisiera encontrar solo a uno.
-JAJAJA, no puedes meternos a todos en el mismo saco.
-Si me hubieran gustado los chicos buenos, créeme tú hubieras sido mi primer novio.
-¿Queé? -dije nervioso.
-Vamos, acaso crees que las chicas no nos damos cuenta quién babea por nosotras y quién no. Pero eras tan bueno conmigo, que tenía miedo de herirte, aunque ahora me pregunto, que hubiera pasado si…
-Sí, es verdad estaba enamorado de ti, aunque eso parece haber sido una vida atrás. Pero ahora ya no somos los mismos, ahora somos dos viejos amigos, que comparten la pena de estar enamorados de las personas equivocadas, es todo.
-¿Y tú tienes a alguien?
-Lo mío es complicado. La chica con la que salía o salgo, tiene un pasado turbio, siento que ha vivido tres vida mías y eso me jode, y desconfió de ella sabes.
-Nunca intentes indagar en el pasado de una mujer, podría decepcionarte –asentí-. Bueno, ya es tarde, es mejor que te vayas antes de que te bese y después me arrepienta de haberlo hecho.
Nunca entendí que quiso decir con eso, creo que simplemente quería vengarse como yo de Malena, le di un fuerte abrazo, sentí el viento del planeta y me marché. Mi celular no dejaba de sonar, era Mario, me esperaba para salir juntos a buscar nenas.
Camino a casa de mi amigo, pensaba que ese encuentro con Clarissa había sido como un rapto de los marcianos. Ahora, vuelto a la tierra, luego de haber hablado con mi pasado extraterrestre, quise arreglar las cosas con Malena. Si no tuve el coraje de serle infiel era porque una luz tan lejana, una estrella tan abstracta me pedía a lo lejos que volviera a buscar Malena. Fue lo que hice. Llegué a su casa dudando todo el camino si tocar o no el timbre. Un par de cigarrillos terminaron por empujar mis dedos al timbre. Antes de dar dos pasos, las compuertas de su casa se abrieron.
Un ser (en bata) verde llevaba una bolsa negra entre manos, del tamaño de un cuerpo humano. Pensé que ahora sí los extraterrestres habían venido a llevarme finalmente a esa galaxia paralela que es mi pasado, donde me cobraba revanchas con los amores perdidos. Pero no. Era la mamá de Malena, con una pomada viscosa y blanca en la cara (dudo si era solamente pomada), una bata verdusca y percudida (felizmente no transparente) llevaba la bolsa con los brazos extendidos y caminando como marchando (parecía sacada de un videocliop de Thrihllert). Era extraño ver a esa señora pituca sacando su basura, peor bien merecido se lo tenía, por no aprobar mi relación con su hija y por haber sido tan tacaña de no renovarle a la empleada el contrato.
Inmediatamente me escondí entre los arbustos. Probablemente los pepinos que llevaba en los ojos no le permitieron verme mientras tanteaba una caminata. Contuve la respiración y dejé que esa señora cerrara la puerta. Era claro que si pensaba tocar el timbre me encontraría en líneas enemigas. Cogí una piedra de tierra y la lancé contra la ventana de mi amada enfurecida. Demoró un rato, salió por el balcón (temía que hubiera estado en una sesión de belleza como su madre) y me dijo, con un tono que parecía que ya me había perdonado: “qué haces acá, sabes qué hora es?”.
Yo le dije, Maleeena, perdóname, con las manos juntas. “Vete a la mierda, Jorge, has atentado contra mi sueño, te odio de nuevo”. “No me voy si no me perdonas”, dije. “Ya, hablamos mañana, ahora déjame dormir, que esto es ridículo, ni tú eres Romeo, ni yo Julieta, deja de inventar mundos que solo existen en tu cabeza”, me dijo contundentemente.
Si bien sangraba, no había perdido la guerra, solo esa batalla.
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Fotografía por Fancast
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Esta historia en una canción
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Invitación Blog day: Este viernes 27 estaremos, como buenos perdedores, en la ceremonia de los 20 mejores blogs a realizarse en el auditorio de Telefónica a las seis de la tarde. Ojalá puedan ir para compartir algunos momentos. Habrá mucha comida y cerveza gratis, además de una fiesta exclusiva luego luego lueguín. Vayan, habrá cola porque son vacantes limitadas, pero si llegan temprano podrán entrar. Saludos.
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JAJAJA no deje de reir me gusto la parte de la bata, pues yo te dijo que cuando Malena envejesca sera igual a su mamá asi que suerte jajaa
ResponderEliminarRealmente reí de principio al final, muy buen post.Lo disfrute mucho. Nunca pero nunca interrumpes, o mejor dicho despiertes a una chica,en medio de su sueño si no atente a las consecuencias.
ResponderEliminar:D aunque sea una carita felliz :D
ResponderEliminarmuy bueno el post !
ResponderEliminartodos tenemos un pasado oscuro y eso no quiere decir que toda la vida va ser lo mismo,o sea no siempre vas hacer lo que has echo antes, las personas cambian.
la inseguridad solo trae problemas.
La confiansa es la base de toda las relaciones, te vengo leyendo ya hace mucho tiempo, espero tener la suerte, como otros lectores en la calle, y hablar de algunos post, que no me quedaron bien claro los finales, hasta entonces un besote.
ResponderEliminarFresia
Al leer el apellido de tu vieja amiga pense en el blog de Renato Cisneros, pero luego fue diferente, muy interesante. Y es cierto, una chica te puede perdonar muchas cosas, pero cuidado cuando te metes con su sueño... jajajaja
ResponderEliminarMe gusto (Y)
Saludos.
José.Luis
PD: Seria, no sé si un honor, pero si un gusto que se pasen por mi blog, soy principiante, y bueno quisiera saber que opinan escritores (bloggers) con más experiencia y tiempo en este mundo. (http://memorias-del-escritor.blogspot.com)
Teni! puta un gustaso verte despues de un año!! la pase mostro.
ResponderEliminarAyrton Vargas
A LA FIRME NUNCA VI UN TIPO MAS PERDEDOR EN EL AMOR QUE TU JAJAJA, POR QUE ESTAR DE ROGON CON UNA JERMA NO SEAS LORNA PE CAUSA , MEJOR TE HUBIERAS QUEDADO CON CLARISSA Y DORMAIS CONE LLA TODA LA NOCHE, NO HAGAS KEDAR MAL A LOS VARONES ASI NO ES . ERES UNA VERGUENZA HAHAHA
ResponderEliminarAnònimo 1: No sè si Malena se parezca en el futuro a su madre (quizas mi futura suegra) no obstante, si es asì, quisiera que tenga el mismo trabajo, pero sobretodo el mismo sueldo. Gracias.
ResponderEliminarSilvia: Cuando ves a una chica levantarse, sin maquillaje, sin rubor, sin laceado japonès u ondulaciòn permanente y te gusta despuès de eso te das cuenta que realmente te has enamorado de ella. Un beso.
Anònimo 3: Todos los chicos sojmos inseguros pero en diferentes escalas. Si desconfìo de ella es porque su pasado nos juega en contra. Y tal vez siempre lo seguirà siendo. Sin embargo, hay algo de ella que me atrae y no puedo explicarlo con palabras. Vuelve pronto.
Fresia: Espero que tenga la dicha de encontrarme contigo en la calle y responderte todas esas pregutnas que no te han quedado claras y compartir una charla amena. No nos dejes, vuelve pronto.
Josè Luis: bienveido a la comunidad choteadora donde algunos chotean y otros son choteados. De todas todas, reiner y yo estaremos pasando por tu blog. Sigue escribiendo y sè constante. Un abrazo.
Radamanthys: Gracias por hacerme la zapatilla hasta Barranco. Lo buerno que tiene este blog es haber conocido lectores personalmente y saber su impresiòn sobre los posts. Espero verte pronto hasta entonces, un abrazo.
Ultimo abònimo: Entonces no te has enamorado nunca. El amor es eso y otras cosas que no conoces. Si quieres no vuelvas.
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REINER POSTEARÀ POR LA NOCHE SOBRE EL RAPTO ALENÌGENA(secuestradores del Callao) DEL QUE FUE PRESA DONDE LA UNICA QUE LO SALVARÀ SERÀ SU MADRE. FELIZ FIN DE SEMANA. HASTA LA RÒXIMA.
Mira o lee tu , si tu el que escribio el post, osea que ahora por que no te hago fiesta o te reviente "cohetones" ya me vas a descalificar de esa forma,pues claro que me enamore ,pero ante todo debe primar la dignidad de un hombre, quererse uno mismo,no estar por ahi haciendo el ridiculo como tu comprenderas
ResponderEliminarBarrigon: Tal vez me precipite al responderte,quizas yo sea asi y tu seas diferente, amamos, sufrimos, lloramos, nos volvemos a enamorar, amamos, y todo de nuevo, tal vez yo, sea asi,autodestructivo.Hasta en mis relaciones sentimentales como en la vida.
ResponderEliminarTe vi en la entrega de premio de 20blogs, la verdad que desagradable que te subas de esa manera y hagas todo ese chongo cuando el premio nisiquiera era de uds. Una pena en verdad :(
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