Era un fin de semana cualquiera, sábado para ser preciso. Las horas avanzaban, la tarde-noche se hacía purpura, destilaba un suave aroma jazmín, que se perdía con la brisa otoñal, que tomaba por sorpresa mi ventana. Mientras, postrado en mi cama, sin ánimos, ni fuerzas, para salir al mundo. Pensaba en Ximena y André, en Blue y sus cientos de pretendientes, que no colmaban sus expectativas. Pero sobre todo en Malena, quien hace tan solo un día atrás, me conto que tenía novio. A pesar de ello, sentía que el destino aun deparaba una minina posibilidad de hacerla mi novia.
Aquella semana de lo único que me había hablado Reiner, era de la fiesta que daría su amigo “Memo”, en una de las zonas mas exclusiva de la Molina, donde los micros no llegan, y los taxis, te cobran dos ojos de la cara (Corregidores cuadra 35, pasando la virgen, a la derecha, la casa-mansión melón pastel de la esquina) sus palabras me daban vueltas en la cabeza: “Teni, vamos. Fiesta de periodistas, toda la gentita de la Cato estará ahí”.
“A un amor muerto, un amor puesto”, me decía dándome ánimos y levantándome de mi tibia cama. Seria la ocasión perfecta para distraerme un rato. Como de costumbre, tomaría algún licor, por el cual no había pagado, fumaria un par de cigarrillos, antes de conocer a cinco chicas en toda la fiesta, olvidaría el nombre de dos, bailara con tres, y flirtearía con una toda la noche.
Salí sin prisa ni gloria rumbo a la casa de Reiner, dando largas zancadas, miré el cielo nocturno, no habían estrellas, ni luna, solo la inmensidad de lo infinito, contemplaba a las personas mientras caminaban, pesaban en los miles de problemas que los acogían, en las historias detrás de sus historias, en la inmensa soledad que me abrigaba aquella noche.
Pasé a buscar a Piero, que suele ser un gran compañero de fiestas. Sin embargo, este no se encontraba y no contestaba mis insistentes llamadas, la contestadora repetía sin cesar, deje su mensaje de voz, cómo odio ese sonido. Cuando por fin me contesto le dije: “Piero, vamos a una fiesta con Pato, será genial”. Él contesto: “¿Teni? No puedo, estoy en casa de Blanca (Su novia oficial, entre sus novias) y pasaré toda la noche con ella”- sentenció.
Después de treinta y seis minutos llegue a casa de Reiner, toqué el intercomunicador, me contestó una vos familiar, que juraba que era la suya: “Maricon, sal de una vez, y no estés demorando”- Era su padre, perdón señor asentí. No dijo nada, solo atinó a decir: Esta en los servicios, y me quede pensando en aquella palabra, tan poco común para describir una necesidad biológica. Diez minutos más tarde, Reiner abrió la reja de su casa y me saludó.
-Pensé por un instante que no vendrías.
-Necesitaba distraerme, que mejor que una fiesta, para levantar los ánimos. – respondí.
-¿Y que paso con Piero? Juraba que vendría con nosotros.
- Se quedo en casa de Blanca, no vendrá.
-Entonces, solo quedamos los dos, ya veras será genial.
En el camino, pasamos por Ray, un amigo de el, que se ofrecía a llevarnos hasta la fiesta, parecía ser un buen tipo a simple vista, aunque notaba que no dejaba de mirarme por el retrovisor, debe ser mi imaginación pensé. Escuchábamos un poco de “Cultura Profética”, cuando me empezó a hablar de sus proyectos a futuro, abrir una revista de eventos sociales, o algo así, la música reggae no me dejaba escucharlo y asentía a todo con un sí, señor.
Una vez estacionado el carro. Bajamos, entramos de forma precipitada a la casa de Meno con cierto nerviosismo. La música de electrónica de Erick Van Buren, perforaba mis oídos, las chicas lucían diminutas faldas y grandes escotes, que se rebelaban al invierno. Nos dirigimos hacia el jardín trasero, donde estaban servidos todos los tragos: Whisky, Vodka, Tequila, Ron, y cerveza; íbamos con excusa de saludar a Roberto Rojas, quien es una joven promesa de la literatura contemporánea, al cual venía leyendo hace ya algún tiempo. Lo admiraba a pesar de su juventud y por sus brillantes historias.
Roberto nos ofreció un poco de whisky, que no dudamos en recibir, sacó un habano y lo prendió, trate de preguntarle por su antiguo Blog “La Hora Carretera”, que había seguido, capítulo a capítulo hasta su eventual cierre. Pareció sorprendido. Adoptó una pose algo egocentrista. No sé si es propio de los escritores, que usamos un tonito raro de “sabelotodo” al hablar, comentó que venia leyéndonos también hace un tiempo, que admiraba mucho el trabajo de reii.
Al poco rato se acerco a nuestro grupo, Martin, que es un chico de pronunciada musculatura y cara de niño bueno, con lentes. Al cual Reiner, no dudo en llamar Clark Ken. Este lo saludó con un gran abrazo y unas palmadas en la espalda.
Llevado por el alcohol y el ritmo de la electrónica, que se apoderaba de mi cuerpo, me animé a soltar un par de pasos improvisados, seguidos por Reiner. “El paso del torero, el de me olvide la billetera, el siempre infaltable pituco de balcón”. A lo lejos una de las pocas gorditas preciosas que he visto en mi vida me seguía con la mirada, se acercó furtivamente al grupo y entre todos me sacó a bailar. Me dijo qué haces por la vida, soy periodista, le contesté. Le pregunté por ella, me dijo yo soy actriz y conozco la muerte.
Me movía, con ciertos nervios ¿Cómo carajos, se baila la música electrónica? Pensaba, trataba de ser original, en mi imperfección de movimientos. Ella reía y no dejaba de mirarme, de alguna forma ese flirteo mutuo me atraía y asustaba. Siempre he sido el primero en tomar la iniciativa, pero esta vez me sentía intimidado, por sus raros pantalones y su pronunciado escote. Terminada la canción me refugié en mi “manada”, como venado apunto de ser cazado. Reiner, me soltó una palmada en la espalda, dándome ánimos de convencer a la chica de seguir nuestro baile en la terraza. Que contaba con 3 habitaciones, en las cuales nos quedaríamos a dormir. Ante la mirada atenta del grupo, asentí con la cabeza, más tarde, sobre todo si la noche se prestaba para la ocasión. En el fondo, tenía miedo, nervios, esa chica me desvestía con la mirada y yo le sonreía.
Irrumpieron en escena dos hermosas chicas, que saludaron de forma efusiva a Rei, y todos los presentes, una de ellas se acerco de forma amable y me preguntó "¿Tú eres el otro cacheteado verdad?"; "¿El otro cacheteado?", respondí.
-Acaso, tú no escribes con Rei, en ese blog “A cachetadas aprendí”·
-Jajaja, No, no soy el otro “cacheteado”, en todo caso seria “choteado”.
-Perdón, entonces es “A choteadas aprendí”. Que gracioso el nombre ¿No?
-Sí. ¿Lo lees?
-De vez en cuando, la verdad casi nunca, una o dos veces nomás.
Nunca en mi entera vida, había sentido tanta vergüenza, de escribir mi vida como en ese momento, le sonríe, la saqué a bailar, para no seguir hablando del blog.
Horas más tarde, algo más ebrio, algo más cansado nos quedamos atrincherados muy cerca al bar. Salimos al jardín muy cerca del carro de Ray. Este, confeso estar enamorado de Gabriela, la primera chica, que yo saqué a bailar, que entre ellos había pasado algo una vez, cuando ella estaba sola y triste. Fue en el tiempo que un tal Alfredo la término por su prima, la miraba y recordaba la noche que la hizo suya, después de eso, nunca más volvió a tocarla. Ella le dijo que todo había sido un error que se sentía sola, que él estuvo ahí para apoyarla, que se olvidara de lo que pasó.
Destrozado, alcoholizado, refutaba la mojigatería de las chicas peruanas, que en sus viajes a Brasil, California, Argentina le enseñaron que cuando dos personas tenían ganas de intimidar simplemente lo hacían y punto. Reiner, defendía aquella teoría.
Unas gradas más arriba, Roberto escuchaba fielmente a Martín, quien le hablaba de Vitoria, su mejor amiga, a la que cuido siempre y hace un par de días había vuelto a besar. Pero ella no olvidaba a su ex, un chico de buen porvenir, estudioso pero feo, que sin embargo, había mostrado su peor versión los últimos meses. Ella sufría por su indiferencia, al igual que Martin por la de ella. Eso y más le contaba, con el corazón en la mano, a Roberto.
Roberto, maldijo su trabajo, sus escritos, sus apuntes. Él estaba enamorado de la mejor amiga de su ex, el problema era más complejo aun, su hermano también estaba enamorado de la misma chica, conflicto, que esta el día de hoy sigue en pie, a pesar que los desayunos más ricos que ha probado Roberto son los que le prepara su hermano de sangre y enemigo del amor.
En consecuencia, Roberto me lanzó una mortal pregunta ¿Y por quién sufres tú, es acaso por esa chica Blue, de la que he leído, será acaso Ximena, o Malena? Me pareció una buena pregunta, y le respondí. Ximena, fue mi primera novia, mi primer gran amor, con la que descubrí las primeras formas de amar, sufrir y llorar, la llevo siempre donde la olvide más, escribiendo de ella (tal como lo hago ahora). Blue, es mi mejor amiga, y solo será eso, no soy el príncipe azul de sus sueños, y mientras ella siga enamorada de André, nadie lo será. Malena, ella y yo salimos por un tiempo, pero ayer me acabo de enterar que tiene novio, eso me dejo destrozado, si me preguntas, quien me destruye, yo te diría que todas y ninguna.
Propuse un brindis por todas, por nosotros, y porque esta noche, quede inmortalizada. Todos, tan ebrios como yo, hicimos salud. No sé en qué momento Reiner, empezó a mezclar, tequila, vodka y algo de cerveza, mientras lo escuchaba hablar, balbucear, el nombre de “S”. Vimos el amanecer en casa de Memo, no dormimos aquella madrugada para planear la perrada más antigua que haya inventado un borracho: robarse el trago de la fiesta, si es posible el más caro.
Mientras yo calmaba a Pato, que de borracho se puso a contarles a todas las chicas sobre S, Martin salió de la cocina y dijo rápidamente “ya nos vamos”. No pasaban micros y cuadras más abajo, Roberto soltó una risita antes de mostrarnos el José Cuervo que le había birlado a Memo, la tomamos entre los que quedábamos frente a la gruta de la Virgen de Fátima, maldijimos al mundo, a sus secretos y a nosotros. Así mismo, mientras sonaba una canción de Sin Bandera del celular de Roberto, que todos cantábamos desentonados y sin saber la letra, los vi llorar, y quiera llorar con ellos, las lagrimas no me salían, estaba muy cansado para llorar.
Ya se habían acabado los cigarros y volvimos a hacer el descenso hasta la Javier Prado. Largos cuatro kilómetros nos esperaban. Reiner renegando de su suerte nos dijo “!Chicos, un OVNI!”, señaló al cielo, y, cuando todos mirábamos, él lanzó la botella al cerro más pituco de La Molina: nunca escuchamos la explosión. Éramos una comunidad de hombres recorriendo el mundo con sus respectivas paradas, para desayunar por ahí y orinar un par de veces antes que cante el gallo tres veces.
Una vez en el bus, casi a las 7 am., todos dormían y Pato quiso pasarse de espeso con la chica del costado a quien en sus delirios manoseaba, ella no parecía oponerse. Nos despedimos de Martin y Roberto, que me dejaron el trabajo más pesado: cuidar al borracho espeso de Reiner. Quería orinar donde sea, yo le impedí hacerlo y lo empujaba hasta llegar al otro paradero. Reiner me decía “no me robes, no me robes”. Yo le metía un par de cachetadas mientras le decía “reacciona Pato de mierda, no me hagas esto”.
Reiner me pidió que lo acompañase a su puerta pero que antes quería vomitar y que no lo deje morir solo, que le sujetara la frente mientras él limpiaba su estómago. Le dije “Reiner, ¿tu viejita no me va echar la culpa de tu borrachera si te dejo en tu puerta no?”. “No te preocupes, Teni, yo asumo mis culpas”, me dijo convencido y obnubilado. Entramos a su casa, lo deje en su sofá, prendí su televisor y él exclamó “¡Teni, cooorre!”.
Yo le hice caso y no paré hasta que me di cuenta que estaba muy cerca de la casa de Malena.
Aquella noche, en otra parte de la ciudad, con el corazón igual de quebrantado y después de haber consumido el doble de alcohol que yo, estaba Malena, mi futura chica gitana, con las piernas temblorosas, llorando las penas, buscando alguien que la entienda. Nuevamente había sido besada, burlada y abandonada: Mauricio era el culpable, pero no era más su novio.
Con la fragilidad de las hojas en otoño expulsadas de un torbellino, nos volveríamos a encontrar con su mirada perdida y mis ojos tristes.
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Imagen de Archivo.
Imagen de Archivo.
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Estas historias en una canción.
!Pelotudo!
ResponderEliminarRenuncio al bloJ. Jaaaaa.
WOW, BUENO EL POST .
ResponderEliminarCADA VEZ ME IMPRESIONAN MAS TUS HISTORIAS.
ME ENCANTO, DEL UNO AL DIEZ TIENES MIL .
SUERTE EN TODO.
BESOS CUÍDATE.
ANAHI xD.
Teni,me dejaste sin palabras que facil hubiera sido ejar a reiner, peor sin emabrgo no lo hiciste eres un gran amigo.
ResponderEliminareres todo teni =)
ResponderEliminar"a pesar que los desayunos más ricos que ha probado Roberto son los que le prepara su hermano de sangre y enemigo del amor"
ResponderEliminarMuy buena frase para describir la situación mi estimado teni. Me enorgullezco por tu post, pero me siento descubierto, una vez más, por palabras ajenas a mi mano.
Un abrazo.
éxitos.
Porque siempre me dejas con la integra de saber que paso,como Malena es o fue tu novia.
ResponderEliminarCaramelos de Cianuro, lo es TODO. :D
ResponderEliminarwauu, teni, cada vez siento tus post mas reales que los anteriores y eso me gusta, lo que me pregunto que haras, si ximena,Malena, o BLue leen tu post?
ResponderEliminarRealmente la introduccion y la parte final, son increibles, talento inato , el tuyo. Suerte, y exitos, espero el desenlaze.
ResponderEliminarVengo leyendolos, hace ya buen tiempo. Teni, como siempre, me has dejado sorprendio, sin palabras, simplemente genial y brillante,sin embargo, espero el final, saber un poco mas de Malena.
ResponderEliminardesenlaCe no desenlaze, inNato no inato
ResponderEliminarCOMO SORPRESA EN LA MESA, SON PEQUEÑOS, COTIDIANOS, CUENTO UNA A UNA LAS ESTRELLAS, SE QUE TODAS ELLAS CRECEN EL CIELO PARA TI.
ResponderEliminarAdoro esa cancion.
Joaquin.
Primeras Respuestas:
ResponderEliminarReiner: Como que renuncias al blog, jajaja, sabias que uno de nosotros tenia que escribir, esa historia, debia ser contada.
Anahi:Gracias, por comentar, por eso te has convertido, en la seguidora numero de la semana, se te quiere por eso.Un beso.
Anonimo:No me considero un mal amigo,pero tampoco uno tan bueno,Creeme.
Roberto:No alcanzan mis palabras paar describirte,me falta aun mucho trato, para alcanzar el nivel de ustedes ( Reiner y tu), pero hare todo lo posible.
Belen: Te prometo que en mi proximo post no habra mas rodeos, contare todo lo sucedio,no nos dejes.
Brunella: Caramelos de Cianuro es una gran banda, si te gusta mucho, te recomiendo, que escuches: Flor de fuego.
Alejandro: Son mas reales, porque ahora no trato de cuidarme mucho, simplemente , trato de mostrarme tal como soy, siendo parcial, al contar los hechos, un abrazo.
Jazmin: Se hace lo que se puede, si la historia fue de tu agrado, espero que te gustan las que estan por ser publicadas.
Anonimo 2: Sabras mas sobre Malena, quizas demasiado, que aun dudo, y entrado en un debato etico : Publicar o no, he ahi el dilema. Aunque, probablemente, termine haciendo lo primero.
Joaquin: De verdad,escogi esa cancion, porque reflejaba, la situacion del grupo, cada uno contando su pena de amor, todo una corte de descorazonados.
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UN SALUDO CORDIAL A TODOS LOS QUE COMENTARON; A Y LOS QUE NO TAMBIEN; EN ESTE CRUDO INVIERNO; ME ENCUENTO ALGO MAL DE LA GARGANTA Y ALGO DE GRIPE; CUIDENSE.
Teni, has tenido mejores historias.
ResponderEliminarse nota, que la borrachera, estuvo genial ¿no?
ResponderEliminar¿Teni, cual es tu bebida alcohólica favorita?
Acabo de leer su blog porque los vi por facebook, que van a estar en la presentación del libro de Peredo...esta muy bueno lo que escriben...tienen un nuevo seguidor que tambien escribe pero solo los domingos...este es mi blog por si alguien lo quierer leerlo...
ResponderEliminarhttp://domingosdeinsomnio.blogspot.com/
Saludos
Javier Muñoz: Gracias, por leerlos, y por encontrarnos por FB, y si iremos ala presentacion de D. Peredo, y no dudes en que le dare una mirada, mañana a tu blog.
ResponderEliminarPD: Si, quieres ver mas videos nuestros, visita en youtube: a choteadas aprendi
Eso es todo un fuerte abrazo y suerte.