¿Cuántas veces tendremos que despedirnos? Me preguntaba días antes de su partida a California, ella trataba de no sonar emocionada pero lo estaba, saltaba en un pie de alegría y escuchaba la música que antes hubiera detestado. Sin querer hablaba todo el tiempo de Estados Unidos que ya no era más un país imperialista sino era “un país de primer mundo, con ciudades hermosas y las mejores universidades del globo”. Yo no parecía reconocerla, sin embargo, me llenada de vida verla tan feliz pero me entristecía que no sea por mí o conmigo.
La primera vez que me despedí de ella fue una tarde de verano muy cerca a su casa. Nos encontrábamos bajo la sombra de un árbol, pronunciando un protocolar discurso de separación, los cargos eran: infidelidad en tercer grado, motivos suficientes para darle fin a lo nuestro. Muchas lágrimas, abrazos y falsas promesas de amistad. Creíamos, por el bien de cada uno, alejarnos sin hacernos mucho daño. No funcionó del todo, a los pocos días, sumergido en la melancolía tomé el teléfono, la llamé, me contó lo sucedido, escuché parte de la historia, no me quedó más remedio que creer en ella, creer porque la quiero, creer porque es lo único que me queda, creer para ser feliz.
La siguiente vez fue solo por teléfono, yo acaba de salir del cine, razón por la cual no había escuchado las docenas de llamadas perdidas que tenía el celular, su madre había decidido que pasarían resto del verano en las hermosas playas del norte del país: Mancora, Pimentel, Colan; entre otras, para luego conocer Ecuador. Me lo había comentado un par de semanas antes, aunque no era del todo seguro, creía ella. Al percatarme de las llamadas perdidas, llamé, insistí tres veces pero no contestaba. Quería verla y ahora ni podía hablar con ella. Caminé directo a mi casa, me refugié en mi cama, pensando en el mensaje de voz que le dejaría. “Lamento no haber contestado tus llamadas, pero quizás sea mejor así, de regreso arreglaremos las cosas y que este tiempo nos sirva para pensar lo nuestro”. Al día siguiente de dejarle el mensaje de voz, me devolvió la llamada, no quería irse de viaje sin despedirse de mí, no sé si fue el sabor nostálgico o novelero que tienen las despedidas, pero al verla nos abrazamos con fuerza y nos besamos, una y otra vez. Suave, delicado, fuerte, invasivo. Nos separamos y nos volvimos a abrazar. Lo hicimos repetidas veces hasta que se nos acabo el tiempo. El fin de semana no la vería, arreglaría valijas, equipaje, haciendo todos los preparativos de su viaje y aunque quisiéramos y tuviera tiempo libre, su madre, el otro gran impedimento en nuestra felicidad, lo prohibiría. El lunes, mientras hacía cola para abordar un avión rumbo a Piura, me llamó por teléfono, era aun muy temprano, entre dormido y despierto, no lograba distinguir sus palabras que se perdían, entre ruidos inoportunos de aviones del Jorge Chávez. Logré escuchar entrecortado, “convencí a mi mamá… regresaré antes, quiero regresar cuanto antes… te quiero”.
Una vez más, cansado de todo: su pasado, su presente y la inseguridad de un futuro con ella, sumado a su madre, los freaks de sus amigos, sus vicios, manías y las historias de sus ex; agregado a esa inestabilidad emocional que posee decidí hablar con ella, ser fuerte. Intenté alejarme de ella, con el dolor de saber que aun la quería, se aferró fuerte a mi pecho, sus lágrimas mojaron mi polo y su congoja atravesó mi corazón. “Sé que estoy mal, que eres el único chico que cuando beso me hace sentir como princesa, por favor empecemos de nuevo”. Me dijo, la besé, sentí que me necesitaba, que no la podía abandonar, no en ese momento, no esa situación, con el pronto divorcio de sus padres. Decidimos comenzar todo de nuevo.
Las tarde-noches volvieron a ser nuestras y por aquellos días hubiésemos pasado como la pareja mas feliz del mundo. Fuimos al cine unas tres veces en dos semanas, al parque de la amistad donde comimos algodones de azúcar, manzanas acarameladas, nos tomamos algunos fotos y me lleno de abrazos y besos la mitad del recorrido. La llevé a cenar y ella me regaló un peluche.
Hasta que volvimos a discutir debio a los fenómenos de sus amigos que habían planeado una reunion de despedida en uno de sus bares favoritos al cual yo no podía ir, pues no hubiese estado a gusto, según ella. Debido a su pronta partida no me quedo más remedio que hacerme el indiferente y sobre llevar la situación.
Lo poco que sabia de California era por los libros de historia que posee mi abuelo. Había sido un estado mexicano casi desde siempre, hasta la guerra con Estados Unidos. Al termino de esta como condición de paz, la Republica Mexicana fue obligada a ceder su territorio. Si mal no recuerdo.
Sin embargo, cuando se me viene a la cabeza California, me imagino chicas hermosas en bikini y patinado por alguna de las playas de Los Ángeles, se escucha música de los Beach Boys o The Offspring, hay gente hermosa por todos lados, y el sol cubre el hermoso cielo azulado.
Una tarde antes de California nos encerramos nuevamente, en la habitación de un hotel, la tenia puesta sobre la cama contemplando cada puro de su cuerpo desnudo, me acerque con mucha sutileza, tomándola por el medio de la cintura, llenándola de besos, hasta extasiarnos de placer. Sentí las vibraciones en las zonas erógenas de su cuerpo, palpé e hice mía zonas nunca antes besadas por otros, recorrí de norte a sur el continente de su cuerpo, me monté en ella sutilmente, dando largas pausadas a ritmo impuesto, las escuche gemir de placer, y a los pocos minutos exploté muy cerca de ella. Me abrazó con mucha fuerza, y se quedo dormida en mí. La vi domir, sobre mi pecho como la primera vez, sin embargo, no pude dormir, la contemplé tan fragil,tan tierna, tan suave, tan linda, tan mía, que no podía creer que a esa misma hora mañana estaría tan lejos de mí.
Cuando cayó la noche, nos tomó por sorpresa, nos cambiamos juntos sin decir palabras, como si al día siguiente nos volvieramos a ver de nuevo. Ese era el trato, a pesar que nunca lo dijimos. El cielo color violeta destilaba un olor a jazmín en el aire, los árboles sonaban con fuerza por causa del viento. Caminamos hasta la esquina sin decir nada, antes de subir a su taxi, me susurró al oído.“No quiero despedirme nunca de ti”. Yo me alejé del taxi, mirándola por la ventana trasera, ella se despidió de mí con un beso volado y lágrimas en los ojos.
Caminé sintiendo la briza que corría las partes descubiertas de ropa, prendí un cigarrillo y decidí caminar muchas cuadras, para ordenar mis pensamientos, y no sentir la nostalgia e impotencia de dejarla partir sin decirle nada. Que aún la amo, que siempre lo hecho, que esperaré que regrese de California, que esperaré cuanto sea necesario, que hemos salido de peores, que el tiempo pasará volando y cuando la vuelva a ver, ya no habrá más peleas, que esto es una prueba más de que nos amamos. Pero no lo hice, dos horas después desde la tranquilidad de mi terraza, tomando un café y sin poder sacarmela de la cabeza, me llegó un mensaje de texto "Lo único peor que no verte por meses, sería que no quieras despedirte de mí”.
Llamé a uno de sus amigos, a los mismos a los que llamo freaks, a los que no entiendo como una chica tan linda como ella, puede sentirse identificada con seres tan insípidos como esos. Quedamos en ir juntos, al parecer ellos tampoco querían ir conmigo, nos encontramos muy cerca de su Universidad, tomamos un taxi que pagamos a medias entre todos, bajé a toda prisa, corrí hasta llegar a vuelos internacionales, no la encontré, sus amigos llegan minutos después y tampoco tuvieron suerte, estamos mirándonos las caras, resignados, y con sabor amargo de no poder habernos despedido, su mejor amigo, Julio el gay, parece que mira y mide cada uno de mis pasos, como tratando de adivinar cada uno de mis pensamientos, quizás sepa lo que paso entre nosotros la noche anterior, me pregunto, lo dudo, pero por su mirada, algo debe saber pienso. Intentamos llamarla, aunque es inútil su celular esta apagado, sin esperanzas decidimos márchanos, estoy decepcionado, y tener que soportar el regreso con aquellos galifardos. En ese preciso instante ella hace su aparición, voy al encuentro de sus brazos, pero es Julio, el que se ha adelantado, cuando me abraza, no puede dejar de reír, me da un enorme beso en la mejilla, ya que su madre esta muy cerca de ella y no quiere problemas en su ultimo día en la tierras del sol. Deseo estar un minuto a solas con ella, quiero decirle millones de cosas, pero es inútil, no creo que Julio quiera separarse de ella un solo instante.
Nos sentamos en la mesa, su madre, me ofrece un pedazo de pizza que acepto con cierto nerviosismo que hago probar a su hija primero, para ver si esta envenenado, tras comer la pizza, y escuchar monólogos de Julio que ya en confianza parece Julia, anuncian su vuelvo, todos la vuelven a abrazar, le pongo una carta en el bolsillo de su casaca, sonrío con cierta nostalgia mientras se va.
La carta
Esta vez dejare la prosa, la poesía y la imaginación a los que saben; a los grandes genios de la literatura mundial. Sin embargo, recrearé con un poco de talento y con algo de ternura, los sucesos que hoy me hacen extrañarte y que mejor empezar desde que te vi. Lo primero, a lo que recurre mi mente, al mencionar tu nombre, sin duda son tus ojos: grandes, bellos, infinitos, tiernos e inalcanzables;algo así, como dos universos que poseen luz propia, seguido muy de cerca a esa sonrisa traviesa, agridulce, que te caracteriza. Por aquel entonces,aun no conocía tus secretos, miedos,sueños e ilusiones. solo sabia tu nombre, quizás eso bastaba para enamorarse. Tenias algo que la metáfora no ha logrado alcanzar, matemáticamente inexplicable.
Al ir calando en ti, quedé un poco decepcionado. No lo niego. Pues, aquellos ojos infinitos, parecían apagarse como un cigarrillo a medio consumir, al escuchar cada palabra, donde tus labios habían reposado. Dolió y mucho; no obstante,dejamos de lado aquello y me fui envolviendo en tus sueños y en esa forma tan diferente de ver el mundo, en parte por los pocos y extraños amigos a los que frecuentabas, pero había algo más en ti, no podía quedarme con las manos vacías, tenia que saberlo, quería ser parte de tu mundo, porque de alguna forma, terminaste en el mío. Y yo no creo en las casualidades, sino en el destino.
Con el tiempo, iba derribando cada pared, que ponías de escudo para protegerte, para no quedarte sin armas,para no enamorarte. Fue difícil pero valió la pena; sin embargo,fue igual de complicado confiar en tí. Tu pasado jugaba en contra de nosotros, en ese momento, yo, ya estaba enamorado, casi perdedoramente. Tenia miedo de ser uno mas en tu lista de conquistas o ser algo muy parecido a tu chico de rebote. Ése con el que el que sales, hasta encontrar un verdadero novio. Aunque, mas de un par de veces, creímos que "esto" se iba a la mismísima mierda; no obstante, aun creíamos de cierta forma que podíamos luchar por un sueño juntos, muy parecido al amor, dirían otros, y nuestra relación parece ser en ocasiones como un ejerció matemático, complicado.
Aprendí de tí, cosas que por cuenta propia hubiesen pasado desapercibido, me quitaste tabúes, prejuicios, vanidades, y descubrí una Lima, que conocía y de alguna forma toleré vivir en ella. Yo, por el contrario, minimicé tus defectos y maximicé tus virtudes y entre ambos creamos mejores personas. Crecimos juntos.
Tuvimos caídas y obstáculos,tu pasado, malos amigos, decisiones equívocas, desconfianza, hicieron que nuestro barco chocara mas de una vez. Pero nunca, nuca se hundió, siempre salio victorioso a flote y con mas fuerza. Hoy pareciera haber encontrado el equilibrio, su timón , el curso; sin embargo, una nueva roca parece estrellarnos de nuevo: la distancia.
De alguna forma recorres el mundo; pequeña aventurera, como siempre lo deseaste. Conociendo lugares, que he conocido en libros y películas. Sitios, que aun no he tenido la dicha de conocer y que a un corto plazo, no están en mis planes, ni en mis bolsillos; no obstante, me hace feliz saber que cumpliste tu sueño a medias, aun te falta mucho por recorrer. Por otro lado estoy yo, en una ciudad que me encasilla, me enferma, me consume y apesta, más sin ti.
Los días pasan muy lentos, mi habitación, mi casa parecen desiertas, gigantes, inmensas, mas inmensas sin ti. Cuento los días para verte, abrazarte, besarte y darte todo el cariño que nos ha sido negado por todo este tiempo.
Es extraño extrañarte, tenerte en una canción, una fotografía, en una carta; sin embargo, tu ausencia se nota en alrededor y en las mismas cosas, en las canciones, en una fotografía y en una carta, además en las parejas, en los besos y abrazos de otros, cuento los días, las horas. Sé que te veré pronto, eso me emociona. Te veré pronto. ¿ Quien sufre más lo que se van o viceversa?
Atentamente,
Jorge Luis Tenicela C.
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Fotografía del archivo de la viajera
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Fotografía del archivo de la viajera
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PLUMAS INVITADAS: Queremos recordarles que hasta el 16 de diciembre tienen tiempo para enviarnos sus textos que serán publicados en la sección veraniega llamada "Plumas Invitadas": a quienes se comprometieron a hacerlo y a quienes quieran hacerlo, la extensión es de una hoja y media. Envíenlo a la dirección blog.choteadas@yahoo.com Gracias.
Ha estado regular, has tenido mejores teni, pero la canción estubo genial.
ResponderEliminar:D
ResponderEliminarDiscrepo, aunque no me gusta que escribas como flaca enamorada, me ha gustado bastante. Más que los anteriores.
ResponderEliminarNo discuto ningún párrafo, sólo estuvo muy largo. Algo de suspenso (2 post) hubieran estado bien.
Suerte Teni.
jaja a mi encanta que escribas como flaca enamorada , las flacas enamoradas no escribimos tan bien.
ResponderEliminarcuando pienso en california pienso en californication o california girls de katty perry.
a veces pienso si tan solo no hubiera dejado que lo mio se fuera a la mierda si me hubiera a pesar de todo,permitido seguir en eso que fue tan fuerte, tan meritorio de escribir, probablemente seria lo mejor que me hubiera pasado, pero ahora otra es la historia solo me quedan los recuerdos una y otra vez.
creo que los amigos de malena son como mis amigos , los míos son mucho mas buenas gentes de eso estoy segura solo es cuestión de conocerlos, ahora debo alistarme porque mi 'Julio' se va para Colorado y lo vamos a despedir.
amo stereophonics pero para este post yo dejo esta canción :http://www.youtube.com/watch?v=iN60OAx6vJw
GENIAL .
ResponderEliminarahi teni ni lo lei ya me sabia este post la travesia de tu asencia DOS! como protagonista a blue sacara roncha JUm!!XD
ResponderEliminarBrother, cuando yo estaba con xaviera mi novia de años,tenia un amigo gay, llamado franco, y aunque no tengo nada contra los gays, este su amigo me hizo la cruz, desde entonces el afeminado este remedo mal hecho de una mujer, se esmero en deshacer mi relación, ten cuidado, los gays son buena onda, pero una vez que te cogen colera, seran los peores.
ResponderEliminarQue palabras tenii , tan profundas !. me encantooo !!!!
ResponderEliminarArjè Najjar
ME ENCANTA.
ResponderEliminarXaviera Grazzia. :D
PTM Q ARRECHAAAA LA HISTORIAAAAA AHHH!! BUENA...DALE DALE QUE A LA PROXIMA SE TE VIENE EL POLVO AL ESCRIBIRLA....(Y)
ResponderEliminarA mi me gusto.
ResponderEliminarRespuestas:
ResponderEliminarTal vez no es lo mejor que he escrito, pero me diverti haciendolo. Gracias.
Roberto:No es que escriba como flaca enamorada, si no que escribo con el corazón, cuento los hechos como pasaron y agrego algo que se ocurre en mi cabeza, sin embargo, me da mucho gusto saber que te gusto mi post.
ACC:Gracias por decir que escribo bien, porque siempre intento de hacerlo y matenerse regular es dificil.
No es que tenga nada contra los homosexuales, pero creo que los gays, son buenas personas,sin embargo, cuando no le caes bien a uno hara lo posible por destruirte y sembrar cizaña.
Un abrazo, sigue leyendo el blog.
Paquita la del barrio: Lamento no cumplir tus espectativas, espero para la proxima vez hacerlo.
Mateo: Estoy coincido contigo.
Arje: Intento volar, cada vez que se puede de las letras, pero las personas que no saben volar pierden el tiempo.
Xaviera:A mí me gusta que te encante, el post.
Anonimo:Bueno si no cubre tus expectativas, simplemente no lo leas.Gracias.
Anonimo 2: Me da mucho gusto saber que le gusta como escribo, gracias.
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ESPERO QUE TODOS PASEN POR EL POST DE REINER; ES UNA BUENA HISTORIA Y , COMO SIEMPRE NOS DEJA QUIRIENDO MÁS.
En la playlist de un amigo estaba tu canción: "En la travesía de tu ausencia", me pareció curioso el nombre, así que la escuché. Fue la mejor decisión que pude tomar esta noche,y al escucharla me pregunté si habia una historia detrás por lo que transmitías en ella, busqué y encontré este blog, me puse nostálgica por lo que tuvieron que pasar y me dejó mucho en qué pensar sobre el amor...Gracias
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