martes, 20 de octubre de 2009

Por Siempre a las Cinco (Episodio II)


Si una chica te dice que No,
no te mueres.
Y no es que quiera dejarte,
choteado imbécil,
un mensaje de aliento.
Mírame, tragate tu dolor y escucha
(No pierdas de vista las dos primeras líneas)
Si no sabes que el rechazo
es como un bayonetazo, un fulminazo,
una escopeta que apunta y dispara
a dos centímetros de tu corazón
entonces déjate morir:
las lágrimas serán tu fosa común.
Tienes que saber eso para que, cuando
suceda, abras el corazón,
le digas todo, no te guardes nada,
te envenenes con tus antiguos sentimientos,
y te ahogues en tus palabras.
Sólo así serás un derrotado feliz y satisfecho
sonreiras mientras caes al campo de batalla
encima de esa pila de malos muertos
choteados como tú.
Ahora coge tu arma,
retírate tranquilo,
ella ya lo sabe.

(Yo, luego de la tormenta en Buenos Aires)
_____________________

Labios perseguidos

Yo era el que combinaba los tragos cuando se acabó el vino. El whisky exigía el contrapeso de la Seven-Up para no emborracharnos rápido. Rozzenda comenzó la ronda, le servía más whisky que gaseosa; en cambio a S, más gaseosa que whisky: quería dormir a Rozzenda, ya que no podía empujarla desde el balcón a la azotea de la casa vecina. ¡Vamos, Rozzenda, sin misericordia!, le gritábamos. Evaporó el trago, y antes de pasarle el vaso a S, se desplomó al piso. Empezó a dar vueltas como un pollito sin cabeza.

La llevamos al sillón y, luego de dos cachetadas, volvió en sí: le prendimos la laptop y entró al Messenger para buscar a Raúl. Fui con S a la mesa para servirle el trago. Con Rozzenda lejos y la bulla cegadora, S pasó sus brazos por mi cintura, me acerqué y por tres segundos recorrí su cavidad bucal con mi lengua viperina. Tres segundos electrizados, yo grité campeón mundial, sin intuir lo que vendría luego. A partir de allí, perseguí sus labios toda la noche (escribir esto es una forma de seguir persiguiéndolos).

S fue a cambiar el cassette de Cavero por el de Michael Jackson. Rozzenda bailaba con S y yo las contemplaba: en un momento, la idea de que ellas se besaran con frenesí recorrió mi mente de poeta maldito. Me llamaron a que acompañe su danza, un rato moviéndonos y Rozzenda se fue al baño. Aprovechamos para besarnos por tercera vez, la más larga de todas. Debo decir que nadie me ha mordido como ella debajo de una ventana.

Esto está mal, me decía; Me gusta que esté mal, le respondía. Nosotros somos amigos; Que sea un amor de amigos, entonces. No había tiempo de explicar nada, Rozzenda volvería en cualquier momento y metería sus violinistas narices. No sé si S quería besarme, es probable que ni le haya gustado, de toda esa noche sólo hubo un momento en el que me sentí, por decirlo de alguna manera, condenadamente deseado.

Fue luego de aclararle enérgicamente que me gustaba, que siempre pensaba en ella y que ella era la mejor, incluso mejor que ella; tú también me gustas, me dijo y cuento eso como una pequeña victoria. Levantó con leve fuerza mi polo y, debo recalcar esto, me mordía con indudable pundonor. Tal vez morderme era su manera de fumigar mis ganas, pero conseguía lo contrario. En poco tiempo volvería Rozzenda (yo sospecho que ella ya estaba aguaitándonos a escondidas y esperaba el momento para entrar), había que detenernos para que no nos descubriera: eso también me gustaba, el carácter secreto de ese tórrido romance condenado a todo menos al avance.

Ligeras confesiones

¡Ya los ví!, dijo Rozzenda cuando nos pilló. Segundos antes yo había liberado a S de mis tenazas. Lo negamos todo, aquí no ha pasado nada, de qué hablas Rozzi, se desentendía S, que había quedado al medio y juntaba nuestras cabezas para que agarrase con Rozzenda. Yo jamás me la podría haber chapado, no, imposible, pocas veces me traiciono a mí mismo y esa era una de esas veces.

Volvimos a la sala a bailar: S se alejaba de mí y me dejaba meneando las caderas al lado de Rozzenda, que se acercaba mucho, su distancia me puso furioso. ¿Chicos, quién les gusta?, gritó S de pronto. Ella fue la primera en responderse, dijo el nombre de su amor platónico, un bajetón, un tal Mickey, no sé, cerré mis orejas al estilo Dumbo en ese momento. Seguía Rozzenda: naturalmente dijo Raúl Crisóstomo, pero yo le cuestioné que si vivía enamorada hace dos años de él cómo se explicaba que hace cuatro meses estuvo de enamorada con Harry, su último novio.

-No sé, me resigné a estar con Harry –dijo Rozzenda-.

-Es que las mujeres no pueden estar solas –juzgaba yo-. Pero ¿algún avance con Raulito? –indagué-.

-No, sólo agarres. Ahhh –soltó una mueca de nostálgica satisfacción-.

-Algo me dice que ese chico te muerde cuando te besa –lanzando una cojuda indirecta a S-. Y si te muerde es porque siente algo.

-Ja já, sí, pero nunca me dice para estar, nada.

-Dile tú, háblale. Pero, cuidado, no le vayas a creer ese florazo de “amor de amigos” -no podía sentirme más horrible, la estaba embarrando voluntariamente-.

Por qué soy tan autodestructivo, me pregunté a la vez que hablaba con Rozzenda. S se mantuvo en silencio, traspasó la oscuridad con una mirada legañosa, decepcionada y la comprendo. Falta que respondas tú, quién te gusta, dijo Rozzenda. Para qué, no la conocen, me excusé. S insistió, pero di pues, estamos en la intimidad de los amigos. ¿Y quien nos mandó a ser amigos?, pensé en voz alta.

Luego iba decir que a los hombres nos gustan muchas chicas a la vez, van y vienen (aunque siempre hay una que permanece) pero me pareció muy aburrido defender ahí mi teoría.

Iba a quedar como un apasionado tontuelo si profería cualquier parlamento declaratorio hacia S, enfrente de Rozzenda y, peor aún, de Petarda que miraba desde el balcón. No. Era mejor callar, que el silencio hable por mí. La canción terminó y nos sentamos. Rozzenda corrió al baño nuevamente, ya parecía que lo suyo era un problema urinario. S quedó con las piernas cruzadas de espaldas a mí. La miré un rato, si no actuaba rápido, el silencio iba a ser más pesado que la oscuridad.

Deslicé mi cabeza a sus flacas piernas, ella me dio posada. Como quién mira las nubes mientras llueve, sus cabellos me caían a la cara y a lo lejos quedaron sus ojos. Hablé con ella las mismas sacrosantas frases que sólo le puedo decir cuando estamos solos. Apenas dijo que estábamos muy borrachos y que al día siguiente no nos acordaríamos de nada, yo la volqué al piso, puse mi mano izquierda entre su cabeza y el parquet, junté mi cuerpo al suyo, pude sentir sus formas nuevamente y la besé como si fuera lo último que haría en la vida.

¿Por qué dices que me amas desde siempre, a ver, si antes no me conocías?, me preguntó, en clave de reto, mientras intercambiábamos besuqueos por última vez. Creo que no supe explicarle que estos sentimientos no conocen de condiciones temporales y sobreviven por encima de nosotros, incluso sin nuestro consentimiento (o sin el mío, para no pecar de acaparador). Pero baste una mirada, así la vea mucho tiempo luego, para volver a mover la colita de felicidad.

Y, colorín colorado, a Rozzenda, de su casa, la llamaron. Querían que vuelva temprano, siendo las once de la noche. S me pidió que la acompañe y no me quedaba de otra. Lástima, yo que me quería quedar, no sé, para esperar a Charlotte que no llegaba, conversar un rato con Petarda o mirar las estrellas de octubre desde el balcón de S.

Alégrame la choteada

Lo primero que me preguntó la borrachosa de Rozzenda en el taxi fue si me gustaba S. ¿Estuvo ciega toda la noche o se hacía la muy buena? No respondí. Cruzábamos la avenida Universitaria y le pregunté por qué S era tan mala. No recuerdo si acaso respondió. Cerca a su casa, y ya para despedirla, luego de que insistió con su pregunta primera, le confesé a mi estilo de romántico emolientero: le dije que S me gustaba del tamaño del silencio, mientras cruzábamos la avenida Sucre. ¿Era el whisky el que me hacía erupcionar tamañas frases? No lo sé, pero a esas alturas de la noche, sentí que mi silencio había cobrado notable protagonismo como para que interpretara eso y deje de preguntar.

Rozzenda bajó en su casa, le dije al taxista que avance unas cuadras más y me deje, por allá, a la altura del Puente. El taxista me dijo ¿cuál puente? Le respondí, aquél, ¿no lo ve? La cosa es que, una vez pasado todo, llamé desesperado a Teni. Dónde estás, me preguntó. Teni, ven por mí, estoy en el Puente Villena, me voy a suicidar y quiero que recojas mis restos, pronuncié. Es en este momento que, si cabe, quiero dejar un par de recomendaciones.

Nunca le digas a un amigo suicida que no tienes plata para ir a verlo, él se sentirá vacio, intrascendente, más estafado de lo que ya está. No vayas a ser tan ocurrente para hacerte el chistoso diciéndole, por ejemplo, pero si tú le tienes miedo a las alturas, cabrón ven aca, ya que puedes desatar su lado valiente y se lanza sin preocupaciones. Tampoco le digas que venga a tomarse unas chelas contigo: eso ya lo probó y no le devolvió nada bueno (razón tenía mi madre, pensará). En cualquier caso, a mitad del vuelo se arrepentirá: mortal consuelo para el inútil consejero que tenía razón.

Tal vez Blue, musa incombustible que estaba a su lado, fabricó en él la chispa que le faltaban a sus versos, pues Teni me dijo por fin lo que quería oír: si tú te lanzas, yo me lanzo. Me sentí respaldado así que abrí la nevera, saqué una lata de Quilmes, la pagué y salí caminando del grifo Primax. El resto de la noche la pasé con Teni y Blue, que me alegraron la choteada.

Qué linda estaba Blue mientras mordía su sánguche, no la había visto antes con ojos tristes y despechados. Sin que Teni lo advirtiera, ya le dije para que sea mi modelo en mi trabajo final de Fotografía, que es mi excusa para robarla una tarde.

Parece que pintaré con luz a mi esplendente modelo.

_____________________

S, ya te lo habrán dicho pero eres belicosamente eléctrica. En la mecedora voz de Caín Gallagher.



9 comentarios:

  1. S insistió, pero di pues, estamos en la intimidad de los amigos. ¿Y quien nos mandó a ser amigos?, pensé en voz alta.

    esta frase resume todo lo que siento por ella reii dire lo mismo cuando tenga la misma pèrdora suerte que tu me has dado valor armarme de cogones agarrar su rifle (su voz) y que dispare (diga) que no...!!!

    Almenos ya sabe que la amo y como dijo algun poeta alguna vez.......

    Si el que mas te ha querido y con ese ya tengo bastante.

    ResponderEliminar
  2. Quisiera decirle todo lo que siento,todo lo que tengo dentro,tengo miedo al silencio tal ves respodanda ella...

    yo: Que me quedare sin palabras tilde a reirme.

    Ella:Me mirara con sus ojos tan verdes como el pasto quedare en silencio me regalara una sonrisa en la que estara escondida un !no.!

    Yo:Presenturo dire ya es tarde,tratando de escapar ala situacion.Que la llamo el Sabado para ver como es lo de Mayra.Ella no contestara su celular.

    Y esque no la jusgo quien quisiera estar con un chico que no ha podido decirle todo lo que siente años,años,años por ella.Disimulando en amorios falsetes de fines de semana que no llenan ni un pulgar la existencia de su mirada,su sonrisa,y porque negarlo sus increibles piernas perfectamente contorneadas.

    Quizas ella no lo olvide...Todo habra pasado seremos amigos nuevamente.

    Pero un dia quizas sola en su habitacion se preguntara que hubiera pasado !Si.!

    Y eso me sirve de triste consuelo.

    ResponderEliminar
  3. Uhmm..Me has dicho ex fans Nº 1?? Ok!!! Te perdono solo xk eres un artista, y tus emociones son encontradas solo x eso Rei, bueno la eléctrica no t da respuesta alguna?? Por favorr!! Espera k ese día llegará...Ahhh!! Por cierto una vz más leo k t piden correo, anda haciendo tu post d despedida xk en Acho t vas a batir a duelo con mi ♥ ya tú sabes kien es!! También es "S" jejeje pero en versión francesa y varoncito..Ayy k guapo...Espero un buen desenlace de todo...Un beso..Tkm!

    ResponderEliminar
  4. Renua!....mejor decir aquí pasó...a siempre pregunrarse que hubiera pasado no?....ya que nadie te kita lo gozado.....y dejar de lamentarte x tu "corazon roto"...un poco mas d huevos porfavor u.u

    Johann A.

    ResponderEliminar
  5. y acaso has hablado con ella?
    hasta que no hables personalmente con ella no sabras lo que piensa no crees?
    y xq decir q te choteado?
    animos!!!
    exitos con el blog!!

    ResponderEliminar
  6. reiner como te lo dije este post fue lo maximooooooo!! el mejor para mi todo esta bien configurado me encanto tanto que lo lei 4 veces creo !! (Por qué dices que me amas desde siempre, a ver, si antes no me conocías) UN EXITO!! MUAK REI atte La musa incombustible XD!!

    ResponderEliminar
  7. Que habilidad tienen las mujeres para que tu alma este confundida que anque pase mil años siempre sera el amor de tu vida.

    Belen es porque no mi mejor amiga,y yo lamentablemte creo que tambien lo soy.

    Siempre la escuchado contar historias de patanes que la tratan como ella no merecia.

    Un dia pense que estaba confundiendo las cosas y una de esas tardes de helados en 4D mientras me contaba de un tal Alonso la vi,estaba tan hermosa que irridiaba tanto brillo que el propio sol se veia tan opacado.

    Mientras ella camina a mi lado nos sentamos en una banca mientras comparaba su mano con la mia.La bese,la bese y me beso....

    Me dijo esto esta mal (MIERDA PORQUE DICEN LO MISMO) me senti a morir(Sabia que me iba DEJAR DE HABLAR)pero no fui asi,a los dias me trato como si nada hubiera pasado(ENTONCES PENSE)

    Un Semana despues cuando fue a buscarme a mi casa le dije todo lo que sentia por ella...
    Comenze diciendo...Quisiera que me quieras la mitad de lo que te quiero.Pero si te quiero me respondio ella (SI pero un hermano).

    Intente besarla salio corriendo (¿La Habia perdido para siempre?)No fue asi y la busque desesperadamente prometi que preferia tenerla de amiga que perderla del todo.

    Ha pasado casi 2 años de aquel insidente,sali con varias chicas,(pense inguamente que tendria celos)Todo lo contrario se alegro.

    Ahora 3 semanas con mi novia,y ella aun es mi amiga.Siempre pasara mi cabeza.Cuanto la quize pero ella se preguntara quizas ¿cuanto me quize?

    Belen ahora sale con un idiota no puedo hacer nada pues los amigos no sientes celos ¿No?

    Pero al verme con Carla se que en fondo le incomoda.Y creo que he ganado tienes celos nunca lo dira .Ella se lo Perdio.

    Ernesto.

    ResponderEliminar
  8. me has dejado pensando tantas cosas rei , xq un monento parexido me ha pasado a mi hace ya un tiempo y es mejor no recordar..!! no seas tontOOoo y si s es real ve y buscala y dale otros besos asi como esa noche !! xq eso de amor de amigOs !! no es verdad..!!

    ResponderEliminar
  9. Se agradece a todos haber compartido sus historias aquí. Responderé en la medida que pueda, si les aconsejo algo o me mando de vidente no me hagan caso.

    RESPUESTAS

    Con todo gusto, te regalo la frase, Alexander, te deseo suerte también. Pero no me eches la culpa si los resultados son olvidables. Por otro lado, esa frase de “soy el que más te ha querido”, “nadie te va querer como yo” y derivados encierran una ciega soberbia impropia del suicida sentimental (que tampoco soy). Un abrazo, gracias por comentar.

    Te banco en tu consuelo, no sé cual sea el mejor, no sé siquiera si debamos consolarnos, ni con quién, amigo Neruda.Y si te hace bien esperar el momento en que se pregunte por sus vidas juntas (que irremediablemente no se juntarán) entonces también te banco en tu delirio. Un abrazo y fuerza.

    Rosita querida, ex fan numero Uno (pues Gianina está escalando a pasos agigantados), quiero ser tu torero del corazón. Llévame a las corridas, un beso.

    Johann, yo no vendo huevos. Gracias por pasar, cholo.

    Anónimo, gracias por la fuerza. La balanza de los hechos de esa noche se inclina por la negativa. Ayer vi a S, fue un hola y un chau fugaz, intenté dejarle mi mejor sonrisa que, como es corta de vista, seguro no notó. ¿Tú crees que me haga caso alguna vez? Yo no quiero ser su amigo. Un abrazo.

    Cuatro veces es mi record, Blue, y tú lo tienes. Difícilmente lo podremos superar con otro post.

    Amigo Ernesto, gracias por contar tu historia. Personalmente, siempre sospecho del “ella se lo pierde”, “él se lo pierde”: no sé, viejo, puede que ganes la guerra pero te quedas vacio. No dejes de comentar, saludos.

    Karlita la Xatita, a veces el amor de amigos funciona. Es como un fuck buddy, una relación sin compromisos. Ahora, no sé si quiera eso con S.

    ESTA TARDE, APARECERÁ EL POST DE TENI, LA CONTINUACION DE SU TRAVESIA PLAYERA BUSCANDO A SU AZULADA AMADA. NO SE LO PIERDAN, QUE SEGURAMENTE RECORRERÁN 42 KILOMETROS MÁS CON ÉL. DESDE AQUÍ, YO HARÍA LO MISMO, TENI.

    ResponderEliminar

Aunque sea una carita feliz... )=D