sábado, 13 de marzo de 2010

Báilame hasta la muerte (o El cumpleaños de Blue)


Fotografía por dusilda
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UN TORBELLINO ME LLEVARÁ pero todavía no lo presiento acodado en la barra de una discoteca a orillas del mar. Piero me ha invitado una cerveza Peroni, luego me va a invitar otra y cuando yo tenga dinero le pagaré las suyas con justicia. Conversamos de las chicas que nos gustaría sacar a bailar, a mí me atrae la niña de escote verde, amiga de Blue, que parece Penélope Cruz en Vanilla Sky. Si fuera Tom Cruise la sacaría a bailar, aunque con miedo de que me chotee con esa frase mágica de la película: “maybe in another life, when we are both cats”.

Piero me anima a moverme al ritmo de la música electrónica. No me gusta la música electrónica, a nadie le gusta, todos se mueven sin completar un baile decoroso, apenas una coreografía insulsa. Solo una rubia extranjera y su compañero ocupan el plató de baile, ellos sí lo disfrutan, saben electrizarse con las descargas que impone el pinchadiscos. Los demás asistentes quieren que ya acabe el condenado ritmo, que empiece el reggaetón, la salsa o la bachata. Mientras la discoteca no se llene de gente, no cambiará los hits.

Piero, muy sabrosito, ensaya unos pasitos de baile a mi lado, parecidos en gracia al del Meneito, me enseña “el paso del pituco”, “el paso de la laptop sin mouse”, “el paso de la chica del nextel”, que no son pasos muy alharacosos, por eso me gustan, luego me pide a mí que le enseñe uno. Yo no sé ninguno, pero muevo mis hombros de una forma tan graciosa que él me felicita y hasta me aplaude como una foca de circo.

Nada me advierte que Morocha Flamígera ha secado su vaso de whisky y viene indisimulablemente hacia mí. Yo quiero darle el último sorbo a mi Peroni, pero ya estoy allí, en la pista de baile, con esa gitana desconocida que me ha arrancado a bailar.

Le pregunto su nombre y no me lo quiere dar. Le pregunto por su edad: nunca me aprendo eso de que a una chica no se le pregunta la edad, tampoco me la dice. Le pregunto por qué me ha sacado a mí, “si yo estaba tranquilo con mi cerveza”, le digo. Me dice que no fue su culpa, que se tropezó conmigo y los dos nos arrastramos. Le pregunto con quién ha venido y me dice que ha venido sola a este mundo, que no necesita de nadie, y menos para divertirse.

¿Cuánta es realmente la posibilidad de que me haya topado con una de esas chicas que no necesitan nada de nadie, nada con nadie, sin compromisos, libres como el viento? ¿O la libertad los cojones? Y necesitan de veras de un chico pendiente de ellas siempre, que las quiera siempre, por la mañana y por la noche, pase lo que pase siempre.

Esta vez, ella no me necesita, quiere jugar al misterio, entiendo que la pista de baile es para ella, por esta noche, lo que para mí es lo que queda de la hoja en blanco: un espacio para inventar. Ella baila y yo escribo con mis frases al oído. Si se quiere, ella escribe con el bamboleo de sus caderas y yo bailo con la poca experticia del swim de mis palabras. Quiero que me baile hasta la muerte.

No sé bailar, pero debo batallar para que esta chica, Morocha Flamígera, no me abandone en la pista. No sé bailar y por eso mismo se lo digo, noto en su mirada la nobleza de las chicas que te entienden, que te ayudan a pesar de pisarle los pies. Ella me dice que estoy con una bailarina de danza flamenca (lo que me intimida). No lo puedo creer, le digo que se ha equivocado al elegir a su pareja. Me dice que estoy loco, que sí ha acertado, acompaña su frase con un movimiento gitano del trasero que ha hechizado el levantisco sur de mis deseos. Me la voy a llevar de allí, pienso.

El pinchadiscos (DJ Haaker) cambia la canción, algunos vuelven a sus asientos, el humo invade a los que quedan, llevado por la opacidad, es tiempo de apretarla, primero suave, luego violento, para que venga y yo la sostenga. El atrevimiento es correspondido con la aproximación de mis narices a sus cabellos y mis dedos en sus muslos. Le muerdo la oreja, voy rápido, acaso con imprudencia de cachimbo, me siento fácil, fácil y ligero. Ella ha ganado miles de campeonatos de baile y no la voy a volver a ver: bastan esas dos certezas para sentirme excitado con su presencia.

Teni me mira desde su mesa, está gorreándole el whisky que han pagado Mario y “Wilacho”. Todos hemos venido porque es el cumpleaños de Blue: no voy a decir cuántos pero ya corre en base dos. Me conmueve la persecución que Teni hace por Blue, es la eterna historia que cargará hasta el final de sus días: si Teni no tuviera ese aire suicida, si no fuera el luchador de batallas perdidas, probablemente no sería mi amigo. Pero Blue no le hace mayor caso, por atender a todos sus amigos, deambula por la discoteca como abeja que muda de un panal a otro. Falta poco para que se siente en las piernas del Chico del Yate, que ha ido, según Teni, con intenciones segundas. Teni se ve perdido, así que le lanza cubitos de hielo, tampoco tiene puntería pero la palomillada, después de todo, le hace reír. Yo lo apoyo moralmente mientras sigo plantándole batalla al cuerpo de Morocha Flamígera.

Ella no ha venido sola como creía. Luego de hacer “el ocho” con Morocha Flamígera, que felizmente quedó perfecto, y mientras yo me preguntaba en silencio si aquel paso realmente lo había inventado “El Chavo del Ocho”, mi bailarina personal le pide un cigarro a la pareja del costado. Por la familiaridad con que se tratan compruebo que son amigos: un chico de peinado raya al medio y una chica de tinte rubio. Estuvieron todo el tiempo allí, cuidándola, cuidándola de mí, pero lo peor, viendo mis ojos desorbitados de tan fuerte contacto con esa mujer flamígera que me ha traído el demonio. Divirtiéndose cuando mis labios aterrizaban, evadidos por ella, en sus mejillas bronceadas.

¡Al rincho!, esa otra parejita me importa un carajo partido por la mitad, yo a Flamígera me la llevó de la discoteca esta noche con o sin sus amigos fisgones, pienso. Le propongo eso. Me dice que imposible, que no nos conocemos, que no sabemos ni nuestros nombres. Le digo que no es necesario conocernos, que esos remilgos no existen desde Marlon Brando y “El Último Tango en París”, allá por los setentas. Me pregunta a dónde iremos. Respondo a su pregunta con una mirada cómplice y pecadora. Me dice que la espere en el baño en cinco minutos, irá a informarles a sus amigos sobre su retiro. Comprendo, le digo.

Ella vuelve a su sitio con sus amigos, vale decir, que desaparece entre los humos y las luces. Cuando voy al baño espero cinco, diez, quince minutos, pero no llega. Me ha engañado. En su lugar, veo una pareja que intercambia besos y arrumacos al lado de una planta, envidio al chico porque logrará lo que no pude hoy.

Ni modo, Teni me acompaña a la terraza, donde chicas muy maquilladas y con químicos en el cabello se toman una foto para colgar en su Facebook. Me pregunta si le saque número a la flaca. Le miento, presumo de tener todos sus datos en mi agenda. Sentados frente al mar, usamos el viejo truco de la conversación en voz alta (que repetimos también en universidades, supermercados, farmacias y peluquerías: he ahí nuestro público objetivo) para hacerle propaganda al bloJ:

-Oye, Teni ¿y cómo me decías que se llama tu block?

-Es blog, no block. Se llama achoteadasaprendí.

-Qué ¿y es muy famoso?

-Bueeeno, medio centenar de visitas por día, 40 comentarios por post.

-Nada mal, mi amigo, y ¿de qué hablas?

-Es mi diario privado, lo escribo con Pato, ¿te acuerdas de él?

-Claro, ese gil. ¿Y verdad hay chicas que te dicen para salir?

-Nada más te digo que se hace lo que se puede.

Todo con el propósito de que las chicas del costado nos escuchen y luego nos lean. Conversamos un rato más antes de volver a la pista. Le ayudo a enviar un mensaje de texto a una chica tercera que él está cortejando. De regreso, Teni baila con Blue, luego ella baila conmigo mientras Piero distrae al Chico del Yate para que no se acerque. Y la Penélope Cruz de escote verde se retira temprano, la adoro porque sin conocerme se despide de mí con un apresurado beso en los pómulos.

Nadie sale contento de la fiesta, todos con las parejas incorrectas.

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Fuimos a la presentación del libro de Silvia Nuñez del Arco en Crisol, hace un par de semanas. Dejamos el video a ver si les gusta. Saludos de Teni, el pincharratas.



Para completar la información pueden ver este video.

15 comentarios:

  1. jajajaja...aunque nunca me gustó dejar consejos, esta vez te digo que fuiste muy alocado...las cosas no se dicen, ni se proponen, se liberan con fuerza propia y luego se desparrama la cornucopia. Me siento estúpido dejándote un consejo, porque ya sé que lo sabes...pero en fin...ta bueno, eh

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  2. jajajja muy bueno ahhh i mas aun la manera de promocionar su blog, es asi como los empese a leer, cuando los vi algunas ves no recuerdo donde, con la mente en blanco cuando sin conocerlos, escuche el nombre de su blog, los felicito, ahora se que esos dos perdedores eran ustedes.

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  3. El comentario más trillado de la blogosfera "Me ha gustado" "Me ha divertido" .... te suena conocido??? Pues déjame decirte mi buen Reii que con este post te luciste. Mis más sinceras felicitaciones, y no te lo digo como "Colega" sino como lector vuestro. Que te puedo decir, fue preciso, incisivo, tontamente GENIAL, pa' que... me gustó.

    Jesus Rosas

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  4. Reiner simplemnte sensacional porque dios no la besaste.

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  5. AL noche termino probablemente con Blue yendose en el carro del chico del yate, quizas tu y teni camino ebrios ala salida de esa discoteca costera.

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  6. jajaaj que hermosos cachetes tienes Reiner ojala pudiera ser tu duña, la unica que te quita el aliento, con la que sueñas por las noches, y la unica de la que quieras escribir, simplemente Reiner me haces reir, me gustaria conocerte.


    Silvia.

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  7. ANSWERS 1

    Hola Tucuy Antonio. Igual, se agradece el consejo. Ya derramaremos la cornucopia cuando te visitemos en Chimbote. Separa dos cuartos en tu residencia para julio (y para Teni). Un abrazo.

    Anónimo del 13 de marzo, qué raro ah, siempre lo promocionamos al lado de chicas bien despachadas. Gracias por interesarte. Se vienen más videos traviesos.

    Hola Jesús, gracias por el comentario. Saludos al Misti, que ya no conoceré.

    Anónimo del 14 de marzo, como dije en el post, intenté besarla, pero la chamaca se volteaba, ese no era su plan. Hasta le hablé un poco del bloj, pero dificil que lo lea, si acaso me entendió bajo la bullaza de la discoteca.

    Hola Renato, cada lector inventa su final. He ahí la diversión. Abrazos.

    Hola xD!, muy corto. Abrazo.

    Gracias por el cariño, Silvia. Un beso. Si quieres puedes ser la dueña de mis cachetes. No nos abandones.

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  8. ajajjaj pobre teni y tu weno suele pasar, es que velo del punto de vista femenino, nunk saes si tas tratando con un enfermo..eh =)

    Shun

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  9. Reiner, me da risa como cuentas el modo tan heroico del pequeño teni, y me imagino el cuadro con los hielitos , tirandolos y escondiendose en una mesa.

    Pero a ti te imagino, algo picado por las peronis, caleton, y alegre, depronto aqueñla chica un poco producto del alcohol, preducto del desamor tal vez pudo usarte para sacarle celos a ese novio, novio que venia en camino, y tu solo cumplitiste tu rol de dar celos.

    Carmen

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  10. Reiner quizas debiste trata de ser mas misteriso, botado,sobrado, despota, y algo arrogante, podria resultar atractivo para las chicas, aunque ellas digan que no, Reiner por experiencia te dijo alas chicas les guste que las ignoren que las traten mal, simplemente es parte del juego del enamoramiento.

    Suerte pues, espero tu proximo post.

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  11. Quien los vieran y quien los ve muchachos como han ido evolucionando desde la primera vez que los lei , cuando eran un blog caleta, que solo unos pocos amios se iban pasado, puedo decir que esto es todo un boom, por escribir cosas que nos pasan a todos y nos nos arevemos a contar, por saber un poco mas de ustedes, y conocerme mas a mi mismo, ya que en algunas ocaciones yo hubiera actuado como el "bonachon de teni" o tal ves con la frialdad incalcula de tus cachetes jajaja.

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  12. Te quedaste tal ves prendido o casi en un ensuño la morena flamejera te quema con sus piernas, te embruja con sus labios, la rosas y te quiebras y por un instante solo por un instante quisieras perderte en ella.

    Jhon Mcgreen

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  13. Hoola Shunrei, de repente creyó que estaba bailando con un enfermazo, tienes razón. Pero ese adjetivo me describe insuficientemente. Un abrazo.

    Hola Carmen_n, no lo había pensado, por ahí que fui su títere. Tendré más cuidado la próxima, no me vaya a caer una golpiza de algún bailarín de flamenco. Espero no nos dejes.

    Hola Juaquín, aunque no me salga, porque he intentado (la última vez fue hace 30 minutos) trataré de hacer caso a tus consejos. Ojalá te guste el próximo post, ojalá supiera de qué cuernos va a ser. Abrazos.

    Hola Alexander, qué gusto como siempre, eres de los comentaristas que no nos abandonaron. Se te agradece las palabras.

    Hola Jhon Mcgreen, bueno, uno, poco a poco mientras baila, ya va entrándole al juego de la perdición. Bienvenido.

    Anónimo, me intriga tu carita feliz como cierrre de este post. en serio. Un abrazo.

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Aunque sea una carita feliz... )=D