domingo, 7 de noviembre de 2010

Todavía no quiero ser papá




Hoy, más que nunca, me asusta la sola idea de ser padre. Debe ser porque aún no me siento preparado para administrar la vida de alguien más, que no sea la mía, de eso estoy completamente convencido, pues, siento que sería un obstáculo para terminar mi carrera, la decepción momentánea de mi madre, hermano, amigos, y darle qué hablar a la gente; sin embargo, caso contrario asumiría con hidalguía cualquier adelanto.

Pero honestamente, no me veo cambiando pañales mal olientes por las mañanas, ni preparando improvisadas mamaderas, y tener que soportar noches de insomnio por  los lloriqueos berrinchudos de un niño que posiblemente se llame como yo, pero lo que más extrañaría seria andar de farra con los amigos los fines de semana, tener que ver Plaza Sésamo, Backyardigans, Hi5, a ver mis series favoritas, la Superliga española, o una que otra película; por ahora la idea de ser padre no  me seduce en lo más mínimo.

 Pero cuando los enamorados entrar un ritmo altamente calentón,  y pasan a estar “hornies” la mayor parte del tiempo, dan rienda suelta a sus deseos amatorios más próximos, más temprano que tarde surgirá entre ellos la duda y la paranoia de haber propiciado un embarazo no deseado.

La mañana siguiente de estar con mi novia por primera vez, recibí la llamada de Piero, un viejo amigo de la secundaria. Él  es uno de esos amigos que uno se hace y nunca se pregunta cómo, ya que no tenemos muchas cosas en común; además, de ser hinchas del mismo equipo, tomar la misma marca de cerveza y organizar campeonatos de “winning eleven” los viernes por la noche. Me llamó y me dijo que necesitaba hablar con un amigo, se escuchaba entrecortado quebrantado casi al borde de querer llorar.

Camino a su casa recibí una llamada de mi novia “estas seguro que no te viniste adentro verdad”. Juré mil veces que no, no obstante, bebido a su insistencia dudé. Desde ese instante telefónico la angustia se impregno en mí. Es en ese momento que no hay nada en el mundo que no te haga sentir el stress, al saber que cabe una mínima posibilidad de haberla embarazado, grandísimo animal. La sola idea de ser papá contra tu voluntad e improvisar un futuro que no tenías planeado, tener que casarte bajo amenaza de una madre como la de ella, te ronda por la cabeza y te asusta. Prometí llamarla ya bien entrada la noche o vernos el día siguiente, yo también iba por un consejo, que mejor Piero el eterno rompecorazones, para dármelo.

Toque la puerta de Piero, esté no me recibió con su habitual canción de la “trinchera norte”, todo lo contrario lo note decaído y algo decepcionado, más o igual que cuando la “U” fue eliminado por Sao Paulo vía  penales en la última Libertadores. Me dio una fuerte palmada en la espalda, cambio repentinamente su cara, me invito a pasar y jugar unos cuantos partidos en el Play Station que se acaba de comprar, gracias a los honorarios de su trabajo en el banco y tal vez el último capricho que se daba sin saberlo. Luego de haber perdido los dos primeros encuentros en los que caí por goleada, me sugirió ir por un six pack de nuestra cerveza preferida, como decirle que no, su cara volvió a ser la misma camino al súper mercado. Le alcancé un billete de Quiñones, mientras él pagaba con su tarjeta de debitó.

No tocamos el tema la cuadra y media que está su casa del súper mercado, aprovechamos ese tiempo en hablar de futbol, de mis errores en la defensa y la jugada magistral que me hizo con Messi para terminar de darme una paliza con el Barza.

Al llegar a su cuarto no se puede contener.  “La cagué, huevón, la cagué”, me dijo. Mientras me miraba algo desahogado. “En qué sentido la cagaste”,  le replicaba yo, una y otra vez.

-Te acuerdas de Blanca. Me dijo ya más calmado.
-Sí, la que es tu novia oficial entre tus novias.
-No estoy para bromas huevón. Está embarazada. Dijo mientras le daba un largo sorbo a su cerveza. Yo, al escuchar la noticia me atore con la mía.
- ¿Embaraza? ¿Estás seguro? Mira que una vez, pensamos lo mismo y todo fue una falsa alarma, lo mismo te paso con la Luz María.
-No, esta vez es verdad. Además, Hace ya un buen tiempo que Blanca, quiere irse a vivir conmigo, yo he estado posponiendo las cosas una y otra vez, no sé. Hubo un silencio incomodo.
-Bueno, qué piensas hacer.
-No sé, putamadre. Hace una semana me trajo la prueba de embarazo. Me asusté; y a pesar que, le confesé haberla engañado decenas de veces, insultarla de la peor manera, dice que lo quiere tener, porque me ama. Que nuestro hijo nos unirá de nuevo.
-Bueno. ¿Tú nunca te cuidaste?
-No eso es para huevones nada más. A mí me gustaba terminar adentro como todo un hombre.
-¿Y cuanto tiempo tiene?
-Cuatro Semanas.

Le di una fuerte palmada en el hombro, mientras seguíamos conversando, y escuchando alguna canción de Fito Páez, Supersónicos, Mar de Copas, Libido; entre tantos. Subimos el volumen hasta hacer vibrar las ventanas de su habitación. Piero algo picado, hablo con una de sus novias por celular quedando verse en los días próximos, lo mire confundido, celebrando su criollada aunque en el fondo no lo entendía. Después hicimos un brindis por días como esos, por  el pasado, por el presente y por el futuro inhóspito que nos esperaba. Ya bien entrada la noche, me despedí de Piero, pero esté decidió acompañarme. “Caminar me hace bien. Aparte quiero fumarme un cigarrillo en el camino”.

Caminamos sin prisa, mientras me contaba sus hazañas de la semana pasada, me daba gracia escucharlo seguro, confiado ¿Acaso era el mismo rompecorazones de la secundaria?

-Sé lo que estás pensado. Piensas que si es niña, ella pagara todas mis pendejadas verdad. Me dijo
-Bueno, si existe un Karma para las cosas que has hecho, tiene que ser así.
-Qué hablas, monce. Ni que yo hubiera roto tantos corazones.

Omití mis comentarios. Seguimos avanzado hasta estar muy cerca del parque Osores, donde encontramos a Reiner, se notaba algo presuroso. Nos pidió que lo acompañemos a la avenida Bolívar, tenía que tomar un bus, con destino desconocido, no nos dijo a donde, tampoco preguntamos, décimos ir a acompañarlo.

De regreso, caminamos lento, aún hablaba Piero, se mudaría pronto de la casa donde ha vivido toda la vida, yo lo escuchaba con cierta nostalgia. Ambos no nos habíamos percatado que un taxi tico, color amarillo, nos venía siguiendo hace media cuadra, de pronto, salió de taxi un tipo malaspectoso  (que sospecho que es amigo de Magic B), nos mentó la madre, se acerco de forma violenta hacia nosotros, mientras yo buscaba con la mirada a alguien que nos ayudara, pues no era un solo uno habían tres más en aquel carro, pensé por un instante hacerle frente, pero me detuve, cuando vi que  saco un revolver de su bolsillo, me golpeo el pecho con el arma, Piero se había quedado atónito, sin habla. No pusimos resistencia, se llevaron nuestros móviles, y cincuenta y seis soles y fracción entre ambos (la fracción era mía). La impotencia se apoderó de nosotros, maldecimos a Reiner, a las circunstancias, no podíamos creer que en aquella parte de Pueblo Libre habíamos sido asaltados. Lo peor de todo es que no recordaba el número mi novia para llamarla como le había prometido.

Piero y yo nos despedimos asustados, caminé inseguro, impotente y con algo de miedo, más aún al pensar en ella. Llegué a mi casa, prendí la computadora, entré al Messenger para saber si la encontraba, todo fue en vano nunca se conecto. En mi cama no pude dormir, la cabeza me daba vueltas y el temor de ser padre se apoderaba de mí. Pensé la solución, comprar la famosa pastilla del día siguiente o algún derivado.

Un día después nos encontramos, felizmente tenía su número apuntado en mi agenda, me contesto algo molesta, pues nunca la llamé como habíamos quedado. Le expliqué lo sucedido y mostró lástima por mí, pero lo más importante para ella era comprar la pastilla, a mí me daba mucha vergüenza entrar a una farmacia y pedir una de esas pastillas, ella no pareció incomodarle, entró, salió cuatro minutos después, la miré extrañado, eres toda una experta le dije, me miró molesta.

-No era tú primera vez, dije.
-No también compre una cuando estuve con… hizo un silencio. Compre muchas veces, para mis amigas.
No le creí, la miré molesto, impotente, la odiaba, me odiaba; sin embargo, la quería. Compre una botella de agua mineral sin gas, la tomó todo de golpe, votando la cajita a un tacho de basura, no hablamos del tema, estábamos incómodos, asustados, nerviosos y molestos, uno con el otro.
-Todo va a estar bien, dije para calmar la situación.
-Como estás tan seguro, dijo ella.
-No lo sé, simplemente lo estoy, es todo. Yo no me vine adentro, de eso estoy seguro.
-Yo no puedo ser mamá ¿entiendes?, tengo todo un gran futuro por delante, o crees que vamos a vivir de lo que escribes.
-Oye, piensa bien lo que dices, yo estudio para ser periodista, escritor. ¿Cuántos pueden jactarse de vivir de lo que escriben?
-¡Hay por favor! Prefiero que nazca en California y sea ciudadano norteamericano.
-No dejaría que te lo lleves.
-No me lo llevo, lo tengo y vuelvo. El seguro estadounidense es más que tu mísero sueldo de periodista.
-Sabes qué, me voy, tengo clases, me llamas cualquier cosa.
-¿Te vas así, sin decir nada más?

Me paré delante de ella, la miré por cuantiosos segundos en silencio. “Te quiero”, le dije, vamos a salir de esta, cuentas conmigo para lo que sea, la abrecé, me pidió disculpas, me abrazó, me besó, y me vio partir, subí al bus, se me enrojecieron los ojos, me senté en la parte de atrás, dejé caer unas cuantas lágrimas.

Los días siguientes, la idea de ser padre, no me asustaba del todo, buscaría un trabajo y estudiaría en la noches, como hacían muchos, me sacrificaría, le daría un hogar al pequeño Alessandro Andrea, si alguna vez tengo un hijo se llamara así. Felizmente, todo volvió a ser como antes, iba a salida de su universidad después de mis clases, caminábamos, conversábamos de todo, no  volvimos a tocar el tema, adquirí nuevamente mi celular, me llamo dos días después una madrugada, “¡me vino Andrés!”, exclamo contenta, “te amo”.

-Quién diablos es Andrés, dije molesto o tal vez pensando en el próximo concierto de Calamaro.
-Ay, tonto el que viene cada mes. La regla tarado.
-JAJAJA, te amo.
-Yo también, gordito, yo también.

Por fin, ¡ALELUYA! El alma nuevamente en el cuerpo. Gracias Dios. Vuelve la alegría a reinar la vida. Que viva el Perú carajo. Que alguien destape dos cervezas. Salud por eso. Seco y volteado. Pidan otra ronda que yo invito. En mi cabeza suena “we are the champions” de Queen, luego de varios días de insomnio, dormí como un bebe, suena irónico pero es verdad.

No sé si las mujeres acostumbran a calcular estos periodos de incertidumbre (que pueden ser hasta inventados) para probar nuestra reacción  y ver cómo es que nos comportamos ante la escenario del supuesto embarazo accidental. Supongo que están en todo su derecho para saber nuestros prejuicios respecto de, por ejemplo, el aborto.

No obstante, otra será tu suerte si tu chica propicia el embarazo para obligar al novio a formalizar una relación, que viene en picada y cree que así él, cambiara sus hábitos defectuosos sentara cabeza para formar un hogar. Es decir, te engaña diciendo que se está cuidando y luego el siguiente paso será el altar. Aunque hay mujeres, que simplemente sienten que se les pasa el tren y desean tener un hijo, sinceramente no sé cual es peor.

El día que sea papá ,deseo al menos estar seguro de poder solventar sus gastos, darle mucho amor, inculcarle el respeto hacia los demás, amor al arte, la literatura, poesía, cine;  jugar fulbito, billar, y que sepa nadar y surfear, cosa que nunca aprendí del todo; además, que tenga que encuentre en mí, más que un padre, un amigo, al cual contarle sus dudas, miedos, temores, consejos con las chicas, y demás, emborracharnos cuando cumpla dieciocho, mientras nos espera su mamá despierta y preocupada con los ruleros en la cabeza. Sin duda creo que seré un buen padre, pero no ahora ni por teléfono.

Con respecto al rompecorazones de Piero, ahora se le se ve más centrado, responsable, y querendón, aunque de vez en cuando saque los pies del plato, no puede evitarlo, está en sus genes. No obstante, hoy es padre de una hermosa niña, llamaba María Pía F. R.  Ahora el rompecorazones tiene quien le rompa el corazón.

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Fotografía por Batram
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Esta historia en una canción.

7 comentarios:

  1. Pero que satisfacción cuando tu enamorada te dice. " me vino", dios , creo que en ese momento, es como sentirse campeón mundial.

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  2. En verdad no se que ponerte, hay un momento para todo y todo pasa por algo.

    xD!

    Vanhiiia :D

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  3. jajjajajajjjjajajajjajja que risa el coment de arriba jajajajajjajaaaja falta el de luz maria XD!! buen post teni me cague de risa me encanto!!

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  4. Bien Tenii!
    muy buena redaccion :D

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  5. jjajajaja si pues que bueno que le vino la ruler si no pobres es algo muy difícil pero no hay que usar la salida de cobardes si no responsabilizarse por sus actos me gusta tu blog ojala lo encuentre otra vez cdt !

    Paz :]

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  6. hahaha muy cierto lo que dices, conmigo siempres es lo mismo, andres viene cuando mi enamorado esta a punto de morir por infarto de tanta preocupacion.

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  7. Respuestas:

    Henry: No hay nada en el mundo, que te haga sentir mejor creeme.

    Vanhia:No es necesario decir con palabras para saber que el post te ha tocado, eso me parece genial, pues causo el efecto causado.

    Anónimo 1:Si no inclui con detalle la relacion de Piero con Luz Maria, es porque no lo crei conveniente.

    Laura: Gracias Laurita, sin embargo, tú haz decaido un poco en la tuya.

    Anónimo 2: Yo no escapo de mis responsabilidades, las asumire siempre en cualquier circunstancia.

    Anónimo 3: Entonces, espero que el tambien le de una leidita a este blog, y se ria conmigo de nuestras desgracias sentimentales.

    A todos un fuerte abrazo. Las demoras en las respuestas se debieron a que comienzan los finales, asi que no me queda mucho tiempo libre, espero me sepan compreder.

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Aunque sea una carita feliz... )=D