lunes, 28 de febrero de 2011

Pluma Invitada: Manuscritos sobre amistad y distancias


Escrito por melonrivas@hotmail.com
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[Asunto: Podrás llamarme el Halley por obvias razones… no sólo por el hecho de que sabía volar]

[Fecha: Lunes, 1701:14ENE2011]



¡Melocotún tun tun tun tun tun tun!,

Coincido totalmente, Lomen, en que continuemos estos intercambios hotmailescos. Aquella vez en la que me atreví a tallar algunas frases virtuales no logré estar a la altura de nuestro acostumbrado encuentro cósmico. Has hecho darme cuenta del poeticismo de esta transferencia. Te lo dije en algunas bárbaras exclamaciones facebookianas pero ahora más que nunca lo pienso: ¿Alguna civilización de desalmados revelaran esta correspondencia que comenzó en nuestra esencia de oriunda arrechura? No importa nada de eso después de todo. Yo solo quiero convertirme en el soñador ganador de Reyes del Show y agradecer a Messenger por servir a estos trámites amorosos. Ojala que se den cuenta, también, que ayudan a tener sexo seguro.

No sabía por dónde empezar, Losón, pero es cierto que fui malo; casi tan malo como el muchacho malo del que hablaba Olga Tañón. Ahora quiero resarcirme. Tú me abriste tu corazón en tu anterior mail y ahora es mi turno para ser tu Golden Retriever. Me viene este símil a las manos porque acabo de recordar a aquel niño que jodía y jodía a ese canino. Ese delincuente en miniatura le metía la mano a cuanto recoveco le era posible. Ahora que lo pienso más, él buscaba ese punto imposible. Mi sorpresa era que ese fiel Rin Tin Tin jamás lo mordió. Esos minutos que pude verlo, se limito a ser la bolita de trapo (Bunbury; Orishas; Cabas) del espeso critter. Entiende, Reinercito, que te quiero decir que seré tu pinky friend; tu amigo.

Me gustaría, no, preferiría, no, ¡debería confesarte la conmoción que me causaste al hablarme de La Otra Lucía! Entré en shock pues Lometon es la primera vez en la que los dos nos sentimos atraídos por el mismo sendero vaginal. Como ya lo sospecharás, yo ya había tenido un encuentro del no sé qué tipo con aquella chica. ¿El contexto? La orgía que se armó para celebrar el cumpleaños de Porroberto. Si bien recuerdo -¡y cómo olvidarlo!- tú estabas allí. Yo no creo que ella se acuerde de mí ya que nuestro intercambio fue tanto más insignificante que el chiste que te toca repetido tres veces cuando compras tu Chi-Chiste. Recuerdo que yo quería comer pero me era difícil después de que los invitados hijos de Lola (te excluyo a ti, desde luego, pues tú y los arrechos del salón tienen pase libre) se llevaran hasta la cuchara con la que debía servirme la comida. Pero mi frustración fue un tantico menos penosa cuando llegó La tal Otra Lucía y puso la misma cara que yo había puesto exactamente unos 75 segundos atrás.

Es en esos momentos donde ves que la frustración se vive mejor compartida. Y vaya que aquellos pastrulos regados a lo largo del Rimac lo entienden bien. Un chiste malo sacó la misma cantidad de palabras que arroces quedaban en el plato y hubo un par de risas. Sin embargo, eso se acabaría más rápido de lo que canta un gallo (hasta ahora no entiendo esa expresión pues el jodido gallo que vivía al lado de la casa de mi abuela se tomaba todo un ratazo para cantar). Un doberman flaco llego amenazante y la tomo de la cintura. Nadie pecó, eso es cierto pero la tentación se movía entre el humo de los cigarros Hamilton de tres por china. En ese momento, me quedé sin comida y sin prospecto. Poco después recuerdo que Teni - quien paso la noche metiéndome pollos en la cara- intentó perrearla. Esta chica no dudó en darle la Mirada de Desprecio 2010.

No revelarte esto sería traicionar nuestro Pinky pacto así que debía entrar en detalles; era mi imperativo categórico (del que por cierto agradezco al maestro Levy pues estos Conrads franchutes osaron adentrarme en el camino francófono de la filosofía...seguí a Foucault hasta darme cuenta de que era una loca sin pelo). ¡Pero no nos desviemos Mejon! Me ha gustado tanto más la forma en que acertaste referir a aquella chica que tiene el aire de fumar un porro de la vida misma. Debemos, y aquí surge otro imperativo, averiguar quién la provee... nos jodimos si es su flaco mediante el chuculún... pero ¡nunca me dijiste la continuación, Melon Arrechini! ¿Por qué tu historia la sustrae bruscamente de la trama de tu mail?, ¿la guardas para un próximo capítulo?, es que, como pasa en Hollywood muy a menudo, decidió alzar su comisión ¿y la reemplazarás por alguna parecida? Aunque veo que su presencia es más o menos parecida a la del resto, exceptuando, claro, a la Lucia de tu novela y a la presa Graciela de la Parcela. El único detalle que alza una prerrogativa a La Otra Lucia es tu descripción cuasi oraculal: la bañaste de un misticismo del que no te has molestado teñir a las otras.

Y ahora que me hablas de aquella señorita con la que solía pololear en esos tiempos en los que podía manosearte libremente sin necesidad de recurrir a esta foto que llevo en mi entrepierna, me entra la curiosidad, Cotón. ¿Como la viste? ¿Es que algún o algunos o muchos se la aplican? Sólo me provoco esa pregunta a la imagen de un niño que se siente en la solemne obligación de no tomar la sopa... dulce, o tanto más salada ironía aquella por la cual ese futuro hombre se angustiara por disfrutar de un placer que lleva el mismo nombre. En fin, ¿y esta Chica Lunareja? ¿Al final El Cojo hizo de su auto una rana con la ayuda de ella? ¿Las has vuelto a ver? Más vale, Melocotón, ¡que te cuides! no sabemos aun si ese pistolero que se bajo al Lennon lo hizo porque no le pagó la hierba o porque le robó a la Yoko; te cuido ¡y no quiero que te claven la yuca! ¡Solo yo tengo tal patria potestad! Pero no nos detengamos aquí, acabo de acosar por Facebook a tu Graciela de la Parcela, ¡Melón!

Suerte, como dice Shakira, que usa tal construcción nominal ¡pues me facilitó el acoso! Mi veredicto es neutro allí, Lomen. Allí nuestros gustos se abren cual piernas de una polilla de antaño en el tristemente célebre Trocadero. Ojo que es triste porque hoy añoramos esos caches tan buenos, baratos y que no atentan la buena salud (el popular BBB). Entonces ¿la has vuelto a ver? ¿Su timidez ya dio luz a una fiera salvaje? ¡Y justo te quería hablar de eso, Locoton!

Tal vez estas dicotomías mentales en las que has caído (y no hablo sobre ser o no ser hombre) se puedan solucionar  no con una sesión de cache solamente. Voy a intentar explicarme con más detalle. Lo mejor ahorita, Melón, tal vez sería que saltes de cama en cama, de baño en baño y de parque en parque, ¡haciendo fechorías carnales!, ¡y no te rías Reiner, pues no bromeo! Has sido un poeta sincero y bonachón en esta vida, yo te vi pidiendo porro cuando la señorita S quiso fumar y eso de "puro corazón", como dirían los Yaipén. Te estás martirizando mucho rindiendo pleitesía a una fémina que no está en tu altar, ¡y no te culpo! Pero lo que sí pido es que la lleves de una buena vez a tu altar. Lastimosamente, cuando Dios hizo a Eva, Melón, y esta parte seguro los Illuminati la borraron de la Biblia, la hizo de la costilla pero al sacarla de Adán también arrancó con ella un pedacito de corazón. Así los hombres sienten instintivamente que cuando encuentran a su costilla esa parte duele no tenerla pero tenerla a veces duele más pues deben encontrar como encajarla nuevamente.

La fenomenología avanza. Nos lleva a que las mujeres no son de Venus, pues hace mucho calor allí y no se morirían asfixiadas, pero si son una clase rara de criaturas a las que no se les puede entregar todo cuanto quisieras. Pero me he alejado del camino de lo que te quería decir mi Schopenhauer de Pueblo Libre. Jamás pensaría en decirte que le cantes a S "Lárgate", nuevamente citando a Yaipén, y cambies de rumbo. Eso nunca sería lo justo y necesario. Si tu corazoncito late y hace tontón por ella ¿cómo pedirte que hagas semejante aberración? Dile nuevamente "Te amo",  Melón, pero que estaba vez ella sepa que ya no te controla. Mira cómo reaccionó Nicolás a los gritos de la Grace.

Por otro lado, solo déjame decirte que a medida que leía tus letras escarlatas percibía en ti un cambio, Lomen. Detrás de esas frases ahora yace un ser que está consciente de la decepción y los peligros de la autoentrega. ¿Por qué mejor no aprovechas esta metamorfosis? Como diríamos en este rincón de la Francia, Allez! Va tout baiser! (¡que se vaya todo a la mierda!). Tal vez Melón, la has querido como un joven cuando deberías quererla como un hombre. Ahora siento que tus despertares y malicias te han convertido en uno. ¡Ve y cuéntame cómo es ser uno de esos! Tú y yo sabemos, Cotón, que hay una historia pendiente entre ustedes. Por eso mismo, Lomen, me sorprende que tu mail trate de Lucía y no de S.

Debo también confesar que hasta antes de leer esas páginas (y espera que ahorita te van mi besos aplausos y apapachos) solamente veía a la Lucia de tu novela como una presa tuya; una carne que te comes y que guardas en el armario. Ahora me has despertado curiosidad, interés  y, sobre todo, morbo por su vida. Tanto es así que temo que si alguna día me la cruce actúe como esas mujercitas que describiste coloridamente cuando ven a su platónico ser subliminal. Temo tirarle mi calzón. Ciertamente debe tratarse de tu pluma (si lo escribiste con un Faber Castell de 0.5 soles te ruego me dejes con mi primera imagen) la que la dibuja como una criatura a punto de ganar su naturaleza salvaje. Se puede tratar de tus habilidades pero al mismo tiempo pienso que si el Quijote tuviese efectos 3D igual no le encontraría la maña en su interior. ¿Es que así es ella realmente para ti, Melón?, ¿has encontrado ese exotismo social dentro de ella? Pero más aun debo preguntar, ¿qué sentimiento te despierta este ser?

¡Tenía que llegar a este punto, Lomen! Y créeme que no es para nada una soberana sobonería. Si te hablo de cómo me cautivan tus párrafos debo llegar a esto. Déjame decirte que puedo ver una película a medida que voy leyendo tus páginas. Si tuviese que ser un poco mas sucinto que eso te diría que me encantan tus imágenes! Me has dado un baldazo refrescante de la limeñada que me arrancaron. Aunque nuevamente nace mi pregunta aquí y no cuestiono tu libro pero me causa curiosidad su motor y motivo (ya te habrás dado cuenta que la sabiduría cumbia esta en boga en estos días) Me pregunto toujours sobre qué sientes por esa pequeña mujer. Te ruego no me dejes en la intriga ¡y me sigas alimentando de “Lucía sin Lucia”!


Como te dije la otra vez me convertí en un moroso escritor debido a esta vida franchute en la universidad. Por primera vez en mi vida me había sumergido 100 % sobre una cosa. Mis clases por lo general acababan a las tres (siguiendo un horario escolar de bloques completos por la mañana casi siempre) almorzaba y luego me iba a la Bibliothèque du Merlan. Llegaba la hora de cierre (que es a las ocho de la noche, ¿verdad que son unos ociosos de mierda? y así todavía se la pasan haciendo ¡huelgas!) me iba a comer y regresaba a mi guarida a sumergirme nuevamente en el libro de turno. Te preguntarás, Melchor, (nunca te había llamado así hasta ahora) que quiero decir con esto, lo que pasa es que todo este tiempo he tenido la sensación de que tengo que probar algo: en general quería probar que me iba a ir bien aquí, o sea estudiando. Tanta fue mi exclusividad a esto que cuando acabe el último trabajo sentí que mi vida ya no tenía sentido. Tranquilo, no es la despedida de un suicida. Solo te cuento esto porque jamás me había sentido así antes y aun se siente raro. Pero también me pasaría de conchudo si te digo que he sido sólo un Nerd =). En este pedacito de vida humana he encontrado a estas féminas que son las remarcables por el significado que llevan atrás (no en el poto por si así lo piensas): Andrea, Alizée, Anastasia y Marina.

Andrea se podría decir que es la matriarca de este grupo sin unión de facto. La conocí los primero días que llegué y aun recuerdo que dije en mi cabeza la primera vez que la vi: "qué rico seria cachar con esa flaca" ¿Te acuerdas que te dije afanoso que venía de chupar los primeros mangos en este costado mediterráneo? Pues les pertenecían a ella. La cosa es que todo siguió raro y de un par de encontrones no pasó (sin mencionar aquel día en el que huí luego de calentarla y calatearla, yo aun no me explico las razones pero me inventé que tenía flaca en Perú y que no era correcto, ella pensaba que lo único incorrecta era dejarla con la papa en stand by.

La historia sigue y llega a Alizée, su mejor amiga. Con ella la cosa es distinta, muy distinta. De arranque, ¡no sabes cómo me calienta esa mujer! Es mitad argentina y los melones que tiene deben ser del Rio de la Plata porque allí hay harto paquete para sacar. Pero en fin, ella tiene novio. Es un buen tipo y justo eso me lleva a pensar en lo que me decías. Este tipo es el bueno que se vuelve susceptible a ser atrasado. No doy más vueltas y te digo que el otro día me la agarraba a escondidas del flaco. Según lo que yo pienso, él ya se dio cuenta y ahora no es el mismo conmigo; me hace shú, shú, shú, conmigo.

El último tiempo que pasé en Lima con mi ex Romina básicamente era eso. Ella feliz de la vida coqueteando y quién sabe qué más con otros y yo me hacia el huevón (puedes decirlo: no me hacía, era un huevón). Por eso antes me hubiese sentido mal por este chico pero ahora, como tú, que fuiste el desgraciado atrasador esa vez con Graciela de la Parcela, solo me sentí tan bien de no ser yo y que sí sea él. Busqué la cosa y la seguí. Incluso ayer ella llegó a decirme para "acompañarla a hacer pipí". Yo gustoso le hubiese dado mi pipí si no se hubiese arrepentido a último momento. Al mismo tiempo me encanta de ella que sea tan libre. He visto que prácticamente le llega al pincho lo que piense su flaco. Ella vive sin necesidad de dar cuentas. Por alguna extraña razón pienso que eso pasaría si estuviese yo con alguien.

Pero bueno ya es el turno, en paralelo, de Anastasia. Esta no te la hubiese sacado a relucir si simplemente hubiese sido un arrimón nocturno. De hecho, ella también tiene enamorado. Poco importó, pues me la comí y cuando yo quería pasar a engreír al muñecón ella me dijo que "je suis pas une fille comme ça", o sea, que no es una flaca de ese tipo. En fin, te cuento esto por la forma en cómo la trate. Cuando ella me dijo esto yo respondí diciendo: "alors tu m'a fait perdre du temps" , es decir, que me estaba haciendo perder el tiempo. Le dije también que si quería tirar entonces que no sea haga la muy pendeja porque que me ha tenido como tarado hablando y hablando para que ella venga al final a hablar de su flaco. Me decía que no era así, que yo le atraía y esas cosas pero al final todo llevaba a mí quejándome de haber perdido mi tiempo. Nietzsche reencarnó momentáneamente, Melón, y me hizo artífice del eterno retorno de la arrechura insatisfecha. Todo me lleva de nuevo al punto donde me preocupaba y quería al rabo que tenía al costado, es decir, a Romina. Pero no te creas, Cotón, que vivo eternamente enamorado de ella pues el tiempo que precedió el fin con ella estuve tanto más con la misma actitud en tanto que también me arrimaba a una amiga.


¿Es que será, Melon mío, que sólo se quiere una vez en la vida? ¿Por qué ahora no me interesa nadie en tanto sea su esencia? Hace poco llegó Alison, una colegiala en ultimo año pero parecía mentalmente y físicamente (tenias que ver las monumentales esferas del dragón que se manejaba) de unos modestos 20 y algo. En realidad fue Diego quien me la presentó pero bueno lo que pasó luego vino más para mi lado. Lo que pasa es que esta niña se moría por él y, claro, él solo se moría por darle. Así fue que un día de esos me llamó llorando; Diego la había mandado a rodar. Fui a buscarla, hablamos, hablamos y seguimos hablando. Luego, con un mensaje, quedamos en seguir hablando. Esta mujercita realmente me tenía loco, Melchor. Andábamos de cabo a rabo y ya parecía esa novela de bajo presupuesto de la chava Anahí "A mil por hora". Hasta que un día llegó el besito, acompañado de una cachetada de mi mama porque la vio con uniforme y con un poco de trago a nuestro lado. Ella pensaba que la estaba emborrachando para hacer chaca-chaca. Éste era, en efecto, una tergiversación de mis sentimientos pues a la fecha estos eran muy nobles. Lo que pasó luego fue que ella me evitaba pues decía que aun estaba con Diego y que no estaba bien hacer eso. No duró mucho pues me llamo, salimos y continuó lo bueno. ¡Pero no duraría mucho! Esta chiquita tenía en su pasado un señor campeón de Vale Todo de treinta años (y esto no es ninguno de nuestros juegos conceptuales, es la mera verdad). Este chico vive eternamente enamorado de ella y cuando se enteró que yo andaba saliendo con ella y que Diego "también" se lo tomó a mal. En breve, nos la quería partir. Diego fue capaz de usar su dialéctica y evitó una paliza. Yo, por el contrario, no tuve la misma suerte. Tuve la ingenua idea de hablar con él para hacer las paces pero sus puños y piernas fueron más rápidos que mi labia. Aquel que dijo que hablando se arreglan las cosas claramente no ha escuchado de este tipo. Con ese pequeño incidente se terminó la historia con Alison. Ella me llamó y me dijo que ya no nos podíamos ver, que entienda. Al poco tiempo me enteré que estaba con este peleonero. Él, por su lado, se había encargado de buscar a cada uno con los que había podido pasar algo para amenazarlos. El más célebre entre ellos es Pepe de “Al Fondo hay sitio”. Aparentemente, le robó unos besos a Alison. El peleador fue a amenazarlo también. El actor se escondió tras los cimientos de su casa y su mamá según lo que comentaron. Hace un tiempo pude intuir que ya están más juntos pero eso ya de nada sirve ahora ya que igual ella no querría saber nada de mí. 

Pasa algo más de tiempo y llega Amalia que trabajaba conmigo en el aeropuerto. Fiel a mi tradición de encontrar lobeznas, ella tenía enamorado. Nuevamente, poco importó eso. Me la comí en una combi como se come un arroz con leche mientras aun está caliente. Mi actitud hacia ella fue rara puesto que al principio solo me la quería remojar pero sería después cuando yo la llamase para cerrar el pacto que ella me responde "¿tú piensas que vamos a estar?, sólo me estaba divirtiendo nomas". No me sentí como una princesa que descubre que su novio la grabó tirando pero no me esperaba esa respuesta. Luego con Cristel, Lorena y Pilar (todas en el Facebook por si te pica el bicho de ver) se consolidó lo que creía era yo destinado a remojar pero no a querer, nunca a querer. Raramente estas mujeres se proyectaban conmigo pero yo solo me proyectaba acerca de donde se podía tirar. Luego de que cada una de ellas me expresó su deseo de formalizar opté por la del prófugo.

La única luz de esperanza fue una princesita que conocí un mes antes de ser deportado hasta aquí. Se llamaba Vanessa y en serio era toda una princesa. Ella estaba en el cumpleaños de mi pata y era su amiga también. Salimos una vez y me pareció muy buena señal el que no pasara nada carnal (pese a que la salida se trato de ir a un teatro a ver una recopilación de historias de las primeras veces sexuales) Ella parecía obviar ese detalle sumado al hecho de que la hice esperar media hora, caminar otra mas y ofrecerle un trago llamado Pinga. Si alguien te soporta eso, me decía yo, es por algo bueno. Pero en fin las distancias enfrían las cosas y yo estoy aquí y ella allá. Putain! Ahora hablo como toda una niña que escribe en su diario con lapiceros de cinco colores distintos.

Regresando a Francia, mi cólera era mayor porque precisamente ese día Marina, la chica final y la más power, me había dicho para salir a celebrar su fin de exámenes. No necesito decirte como se ponen esas traviesas en esos eventos de desfogue. Prueba en mano son los acontecimientos de tu actividad comuniquera con Graciela de la Parcela y tú mismo en búsqueda libidinosa, todo en paralelo. Marina es francesa pero habla español mejor que yo. Tal vez eso haga que me sienta más cómodo y que también todo sea más fácil. Luego del fiasco con Anastasia me las arreglé para hacerle comprender que tuve problemas con el celular y que no pude encontrarla. Si me responde el celular este miércoles, que me dijo para salir, es porque sí aceptó mis disculpas.

Bueno, Melón, me ha gustado escribirte esto. Me di cuenta que aun en Lima hubo bastantes cosas que no te conté así que quise recuperar ese tiempo. Estos días son mis últimos acá ya que, no sé si lo recuerdas, me voy este sábado a Inglaterra. En el siguiente capítulo ya hablaremos mejor de las historias en paralelo que han ocurrido también.

Me he dado cuenta que nuestra filosofía nos une, Melón, y me gusta mucho eso. Me gustaría estar allí pero mejor que te extrañe por ahora para que cuando te vea tenga toda mi arrechura al cien por ciento. No sé si te dije, Locoton, pero me halaga que me dieras tu novela en confidencia. Yo había leído algunas cosas tuyas de tu blog pero esto realmente fue para tu mano. De alguna forma u otra si alguien me hubiese mostrado esos capítulos yo hubiese sabido que eras tú con tu poto de Miss Hawain Tropic del 65. 

Sólo quiero decirte mi Lomax que te quiero.

Melón

Tu embrague, tu machete, tu amigo.
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Imagen 1 por NicolásNiclásNicolás
Imagen 2 y 3 por Christian Herman 
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